La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos INREDH ante la detención ilegal y arbitraria de doce personas en el marco de la movilización convocada por los movimientos sociales, informamos que:
Nuestros compañeros Miguel Ángel Pérez y Jafet Guzmán fueron detenidos por miembros de la Policía Nacional, a pesar de llevar identificativos de una institución de Derechos Humanos y estar haciendo una veeduría de la movilización social, es decir, que estaban observando que las fuerzas del orden respeten el derecho a la protesta social garantizado en la Constitución e instrumentos internacionales. En ese contexto fueron aprehendidos y luego,
junto con otras diez personas, fueron llevados al Distrito de Policía Manuela Sáenz -sitio que fue identificado como un centro de torturas en el Informe de la Comisión de la Verdad. Durante más de dos horas fueron retenidos, incomunicados, maltratados física y psicológicamente, y sus celulares fueron revisados de forma deliberada. Posteriormente, fueron llevados a un centro médico para su revisión médica y finalmente trasladados esposados a la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía General del Estado.
Aproximadamente a las 23h00, cuando íbamos a interponer una acción de hábeas corpus, nuestros compañeros de forma inexplicable y sin ningún procedimiento claro, fueron liberados.
Las otras personas detenidas, cuyos nombres responde a: Juan T., Sajamir C.,Valeria D., Nicole T., Alex L., Jhon S. y Oscar J., continúan retenidas en la Unidad de Flagrancia. Su detención hasta la media noche del jueves no se encontraba formalizada. Otros tres adolescentes, que estuvieron también detenidos, fueron liberados, sin constancia de su detención.
Frente a lo acontecido con nuestros compañeros y todas las personas este día jueves 21 de noviembre de 2024, en el ejercicio legítimo de su derecho a la resistencia y a la protesta social, manifestamos que:
- El trabajo de INREDH se centra en la promoción, protección y exigencia de los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza, enmarcado en los principios constitucionales y estándares internacionales. Durante más de 30 años, INREDH ha acompañado a personas, colectivos y comunidades, fortaleciendo la defensa de una sociedad plural, inclusiva e intercultural, basada en la no violencia activa. Este trabajo no busca intervenir ni confrontar actividades políticas, sino garantizar la protección de los derechos individuales y colectivos, y una convivencia democrática y respetuosa. La labor de INREDH es un pilar fundamental en la construcción de un Estado Constitucional de Derechos y Justicia, que respete y valore la diversidad plurinacional e intercultural del Ecuador.
- Como institución de derechos humanos, reafirmamos que el control del orden público es una potestad estrictamente limitada por la Constitución y la ley. Las fuerzas de seguridad deben ser garantes de los derechos humanos, actuando siempre en el marco del respeto y la protección de la dignidad humana.
- Las instituciones de derechos humanos cumplen un rol fundamental en el seguimiento y monitoreo de la actividad social, una labor legítima y esencial para garantizar el respeto y la promoción de los derechos fundamentales. Esta función está respaldada por la Constitución y por la jurisprudencia internacional, que reconocen la importancia de observar y documentar los acontecimientos sociales para prevenir abusos y fortalecer la democracia. El monitoreo de las protestas, manifestaciones y otras expresiones sociales no solo es un derecho, sino una responsabilidad protegida y promovida por los estándares internacionales de derechos humanos.
- Como institución de derechos humanos, rechazamos enérgicamente la actitud del gobierno nacional contra los derechos humanos, sus instituciones y quienes los defienden.
- Exigimos la liberación inmediata de todas las personas detenidas injustamente y el respeto absoluto a las garantías fundamentales de todos quienes sean procesados
De igual manera, denunciamos con preocupación la estrategia de abuso, violencia policial desmedida y autoritarismo evidenciada durante las recientes protestas sociales del 15 de noviembre de 2024. En esta jornada, ocho personas fueron detenidas, cinco de ellas liberadas sin respaldo formal de su detención y tres procesadas por contravenciones según el artículo 394, numeral 2, del COIP. También documentamos denuncias graves de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como maltratos físicos y psicológicos. Exigimos que las autoridades respeten plenamente los derechos humanos, garanticen la transparencia en sus actuaciones y eviten cualquier forma de abuso en el manejo de la protesta social.
Condenamos enérgicamente el patrón de persecución, intimidación y criminalización de la protesta social que se está perpetrando, extendiéndose ahora hacia la criminalización e intimidación de organizaciones defensoras de derechos humanos. Esta práctica no solo atenta contra el ejercicio legítimo de la protesta, sino que también obstaculiza la labor fundamental de defensa y protección de personas defensoras. Urgimos al Estado a garantizar plenamente los derechos y libertades que deben primar en un Estado de derechos, respetando el marco constitucional y los estándares internacionales.
Instamos a los organismos nacionales e internacionales a rechazar esta estrategia de abusos y violencia en contra de instituciones de Derechos Humanos y personas defensoras, y a mantenerse vigilantes frente a lo que constituye una práctica sistemática de vulneración de derechos humanos por parte de la Policía Nacional del Ecuador.
Aprovechamos para agradecer profundamente a las personas, organizaciones sociales y de derechos humanos a escala nacional e internacional que hicieron eco de nuestro llamado para visibilizar los hechos ocurridos e incidir públicamente en el rechazo a estas detenciones ilegales y arbitrarias.
Finalmente, reiteramos nuestro compromiso en la defensa, promoción y garantía de los Derechos Humanos, de los Pueblos y de la Naturaleza, lucha que venimos llevando durante más de 30 años, con y junto a las organizaciones, comunidades, pueblos y nacionalidades del Ecuador. Continuaremos nuestra tarea de construir un país fácticamente democrático y pluralista y respetuoso de los derechos humanos.