Con aprendizajes en incidencia política, derechos humanos, diseño de proyectos y la riqueza de la interculturalidad andina, la segunda semana de la Escuela de Formación Inredh abrió un espacio de reflexión y convivencia cultural.
La segunda semana de la Escuela de Líderes y Lideresas los participantes profundizaron en temas clave para el ejercicio de liderazgos comunitarios y sociales.
El módulo de incidencia política y derechos humanos, guiado por la académica universitaria Natalia Sierra, abrió un espacio de análisis crítico sobre las estructuras de poder, la necesidad de defender los derechos colectivos y el rol de los movimientos sociales en la construcción de una sociedad más justa. Sierra invitó a reflexionar sobre cómo los liderazgos juveniles pueden convertirse en actores transformadores frente a las actuales crisis políticas, sociales y ambientales que atraviesa el país.
De la mano de Luis Ángel Saavedra, miembro de la Asamblea de Inredh, otro grupo se sumergió en el aprendizaje del diseño e implementación de proyectos sociales. En este módulo, los jóvenes conocieron herramientas para estructurar objetivos, elaborar presupuestos, identificar fuentes de financiamiento y garantizar la sostenibilidad de iniciativas que nacen desde las comunidades. “Un proyecto no es solo un documento, es una oportunidad para convertir nuestras ideas en realidades que beneficien a la gente”, señaló Saavedra.
Asimismo, la escuela abrió espacios para fortalecer el entendimiento de la interculturalidad andina y la importancia de la lucha contra el racismo. En el módulo de antirracismo, los participantes compartieron dinámicas de círculos de conversación que promovieron la empatía, el reconocimiento de la diversidad y la construcción de sociedades libres de discriminación.
La formación también se extendió fuera del aula. El sábado 16 de agosto, los estudiantes participaron de la fiesta intercultural de las Octavas en Juan Montalvo, Cayambe, donde compartieron con la comunidad en un espacio de integración lleno de música, danza y tradición. Finalmente, el domingo la escuela cerró la semana con una noche cultural, en la que los propios participantes presentaron sus talentos a través de la danza, la música, la poesía y el teatro, reforzando así la riqueza de la diversidad cultural.
Una de los estudiantes, Sonshe Romero, compartió: “Estar en la escuela Inredh es un acto de valentía después de haber pasado aislada, debido a una enfermedad que tuve, me siento plena de saber que como mujer afro tengo las mismas vivencias de rechazo al igual que mis compañeras que también son afro y de las que no. Siento que no estoy sola sino que todos tenemos algo por lo que luchar. Deseo avanzar y mostrarme tal cual soy, deseo ser amada y en Inredh encontré mi motivo para abrirme a cada oportunidad conociendo mis raíces, mi esencia y mi verdadero valor en esta bella tierra que es nuestra.”
La Escuela de Líderes y Lideresas sigue consolidándose como un espacio formativo integral, donde la teoría, la práctica y la convivencia intercultural se articulan para fortalecer las luchas sociales y comunitarias en el país.
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