Mónica Chuji |
10/04/2012 |
Seguiremos tu huellas, Mama Tránsito |
“Regreso desde los cerros, donde moríamos
A la luz del frío.
Desde los ríos, donde moríamos en cuadrillas.
Desde las minas, dónde moríamos en rosario.
Desde la Muerte, donde moríamos a grano”
César Dávila Andrade
Hemos regresado desde el fondo de los tiempos, desde el fondo de la noche. Hemos regresado para tejer de colores del arcoíris la historia y las palabras. Hemos regresado para decirle al mundo que la vida está incompleta sin nosotras y nosotros: los diferentes, los que no creemos en las ilusiones falsas del ‘progreso’, los que no creemos que la vida se compra y se vende, los que respetamos a la Pacha Mama. Hemos regresado por un camino abierto por las manos y los sueños valerosos de Jumandi, de Daquilema, de Lorenza Abimañay, de Micaela Bastidas, de Dolores Cacuango y, por supuesto, de Tránsito Amaguaña.
Ha sido un camino doloroso. Marcado de indiferencias, de olvidos, de desprecios. Ha sido un camino sembrado de dolor pero también de esperanza. Ahora somos parte de este presente que lucha por cambiar al mundo. Tenemos una esperanza con nosotras y nosotros, y estamos dispuestos a defenderla con nuestra vida.
Le debemos ese legado a las manos nudosas de mama Tránsito, la valerosa, la que luchó en los momentos más difíciles, cuando atreverse a pensar era demasiado para el poder. Les debemos ese legado a nuestros Amautas, a nuestros Yachaks. Les debemos esa esperanza a nuestros hijos e hijas. El futuro que será tendrá que contar con nosotras y nosotros.
Ahora que mama Tránsito Amaguaña ha partido, necesitamos de su entereza, de su convicción, de su fuerza, para enfrentar las quimeras del poder. Las nacionalidades y pueblos indígenas vivimos momentos difíciles porque nuestros derechos son transgredidos, nuestras propuestas son ignoradas, ahora que cuestionar al poder y resistir a los discursos, políticas y leyes reformistas que no son más que paliativos disfrazados de ‘socialistas del siglo XXI’, trae como consecuencia la estigmatización y discriminación, necesitamos recordar que en los momentos más oscuros de nuestra historia, mama Tránsito, mama Dolores, mama María Luisa Gómez de la Torre, y otras luchadoras, como los hombres de nuestra historia, mantuvieron viva la llama de la resistencia.
No puede haber transformación profunda basada en el sometimiento y la cooptación por los demagogos de turno. El ejemplo de las luchas de nuestras y nuestros antepasados lejanos y cercanos, como Mama Tránsito, nos enseña que nadie más que nosotros mismos somos las y los protagonistas de nuestra propia historia, y que la justicia, la equidad y el poder de decidir nuestro futuro se logran por nuestro propio esfuerzo y organización autónoma. Para las nacionalidades y pueblos esto significa ejercer nuestro derecho a la auto determinación, guste o no a los centralizadores del poder, sean capitalistas neoliberales o reformistas.
Se vienen momentos difíciles. El poder capitalista global –ahora con nuevo disfraz neo keynesiano ‘radical– continúa su asalto devastador a la Pacha Mama; con la particularidad que en Ecuador lo quieren hacer en nombre de nuestras luchas y de nuestros sueños. No lo permitiremos. Cuidaremos a nuestra Pacha Mama de los nuevos mercaderes. La protegeremos de la misma manera que lo hizo mama Tránsito, y ése será el mejor homenaje que podemos hacer a su memoria: decirle que aquí estamos, que somos, que seremos.
Tukuy ñukanchi yachakkuna, apukuna, mamakuna shina kawsangui ñukanchi yuyaipi, ñukanchi llankaipi, ñukanchi makanakuipi… Kawsaymanta makanakuk warmikunaka, wiñay wiñay tukui ñukanchi runakuna yuyaipi kawsanga.
(Como todas y todos nuestros ancestros, siempre estará presente en nuestro pensamiento, en nuestras acciones, luchas, propuestas… Porque las mujeres que han luchado por los derechos, por defender la vida vivirán eternamente en la memoria colectiva de nuestras nacionalidades y pueblos).
Quito, 17 de mayo de 2009.