El 11 de octubre de 2019, la música Laura Carrión de la Torre, de 34 años, recibió un disparo de arma de fuego en su rostro mientras era voluntaria en el paro nacional. Ese día, Laura acudió a repartir alimentos a los manifestantes cuando fue impactada por un disparo cuando agentes de la Policía Nacional empezaron a reprimir en la Av. 12 de octubre y Tarqui, sector de la Asamblea Nacional, en la ciudad de Quito.
Fue internada en el Hospital Eugenio Espejo por fractura de cráneo, desprendimiento de la oreja y pérdida del oído, olfato y gusto. El caso se investiga por el delito de extralimitación en la ejecución de un acto de servicio y se encuentra en indagación previa en la Dirección de Derechos Humanos y Participación Ciudadana de la Fiscalía General del Estado.
Aquí su testimonio:
“Cuando abrí mis ojos luego del disparo, yo sabía el horror que me hicieron, que la policía intentó matarme. ¿En qué mundo vivimos? ¿qué somos como raza humana para que ocurra eso? A pesar de que el policía apuntó a mis ojos yo avancé a mover mi cabeza. Agradecí que tenía mis ojos para ver y luchar por el sostén que soy de mi familia.
Al principio cuando recién pasó todo lo de mi disparo, me daba mucho miedo, yo iba a la plataforma de las artes a recibir clases y convulsioné porque allí fue donde me metieron los paramédicos y fue horrible para mí. Me costó muchos meses volver a hacer mis cosas como música. También, al inició no podía ni soplar, el aire se me inflamaba adentro, pero poco a poco fui saliendo, no iba a dejar que se me caigan los proyectos.
En el tiempo de la pandemia el proceso de investigación por mi caso ha estado parado. Después de que me dispararon, perdí el sentido del gusto y del olfato. Esto afectó a mi vida ya que no puedo saborear la comida y muchos meses no pude olerla. Luego vino a mi cabeza un imaginario de lo que era el olor, pero no es real. El no distinguir olores ha afectado mi trabajo, ya que yo realizó cremas y productos naturales de bienestar, al no poder distinguir los ingredientes todo se me dificulta un montón. Hay aceites con los que no uso medida, entonces necesito olerlos y aunque he intentado enseñar esto a mis hijos o mis amigos, es muy complicado, se necesita tener práctica. El realizar cremas naturales era mi alternativa, aunque yo me he dedicado toda mi vida a la música y salía a la calle a tocar y de ahí sacaba para el día, soy el sustento de mi casa tengo cuatro hijos.
Con el disparo yo perdí primero mi oído izquierdo, no lo recuperé, pero después de unos meses ya no me dolía tanto, aunque aún siento dolor, el tinnitus no se fue nunca, es un zumbido que tengo siempre en la oreja, no me permite oír bien la afinación de las cosas. También el sentir mareo, siempre tenía mareos terribles que hasta mi hijo pequeño tenía que ayudarme a cruzar la calle, esto disminuyó con los meses, aunque a veces vuelven a ocurrir.
Todo ese tiempo fue muy feo, yo estaba aprendiendo break dance y hago capoeira, ahora pararme de cabeza me resulta imposible, aún no están ni bien soldados mis huesos y es frustrante porque yo no hago nada “de gana”. Quiero cumplir con mis objetivos pronto, tengo 34 años, ya no estoy peladita, quiero hacer muchas cosas más, sacar mi primer video.
He visto otras personas que no tienen mi resiliencia, que tienen traumas súper fuertes, niños que ven un policía y lloran recordando lo que pasó. Ahora lo que más me afecta es el olfato, no sé si lo recupere algún momento. Los doctores me dijeron de todo, algunos me decían que me quedaría así por siempre, otros que en una semana ya estaré bien. Ninguna de las dos cosas que me decían era verdad. A veces los doctores no se ponen en los zapatos de los demás, hasta las pastillas me hicieron daño. Las pastillas naturales fueron mucho más de ayuda, mucha gente y organizaciones me ayudaron, con dinero, con las pastillas y muchas cosas más.
Laura espera que la Fiscalía investigue lo sucedido en el paro nacional y no archive los casos. Consideramos que es fundamental que la Fiscalía General del Estado garantice una investigación diligente, independiente y autónoma, ignorando cualquier presion externa pública o privada, para esclarecer la verdad de los hechos y que este caso, que involucra a agentes de la fuerza pública y no a un hecho fortuito o accidental, sea investigado por civiles, tal como lo establecen los estándares internacionales.