Comunicación INREDH |
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Los habitantes de frontera no somos criminales |
Ante lo expuesto por el ex director de inteligencia del Ejército, Mario Pazmiño, en una entrevista realizada por Ecuador Inmediato, el día 5 de marzo del 2009, la Federación de Organizaciones la Nacionalidad Kichwa de Sucumbíos-Ecuador (FONAKISE), la Federación Provincial de Centros Shuar de Sucumbíos, la Federación de Centros Awá del Ecuador (FCAE) y la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH), expresamos lo siguiente.
Es falsa la afirmación que hace Mario Pazmiño, de que hay un “97 o 98%” de colombianos asentados en la frontera norte. No existe un dato estadístico real, ni el Estado ecuatoriano ha podido establecer con certeza la cantidad de colombianos en frontera, razón por la cual se está implementando el proceso de Registro Ampliado, por parte de la Cancillería del Ecuador, con apoyo de organizaciones de la sociedad civil y ACNUR, para poder estimar recién esta cifra. Nos preguntamos quién le proporcionó a Mario Pazmiño esta cifra: ¿serán sus amigos de la CIA o los agentes colombianos de Uribe?
Pazmiño afirma que el 97 o 98% de colombianos están desplazando a los ecuatorianos hacia el interior del país. Estas afirmaciones están encaminadas a ocultar la verdadera realidad de la frontera, pues entre las principales causas del desplazamiento interno tenemos las fumigaciones colombianas con glifosato que envenenaron territorio de comunidades ecuatorianas; las incursiones y amenazas de grupos irregulares colombianos (paramilitares y guerrilla); las incursiones del ejército colombiano, el permanente hostigamiento del ejército ecuatoriano a la población civil (especialmente indígenas) con las mismas argumentaciones de Pazmiño; y la presión por parte de grupos narcotraficantes.
Mario Pazmiño afirma que, dada la peligrosidad de la vida en frontera por la existencia de grupos irregulares, básicamente las FARC, la única razón por la que las personas se asientan en frontera se debe a que “esa gente o trabaja, o colabora, o es parte”. Pazmiño ignora (y eso que era jefe de inteligencia), que los habitantes de frontera han estado asentados históricamente allí, y aún más tiempo han permanecido los pueblos indígenas en esta zona, lo que se demuestra con el alto grado de consolidación que tienen las diferentes federaciones indígenas y campesinas en la zona.
La acusación de Pazmiño de que los habitantes de frontera son parte, de una u otra forma de las guerrillas colombianas, lo
s pone en riesgo de muerte por las posibles retaliaciones paramilitares o del ejército colombiano; un proceso de limpieza social es el resultado que busca la implementación del Plan Colombia en la frontera, política en la que el Ecuador, a pesar de aparentar ser “neutral” ante el conflicto colombiano, la ha convertido en agenda propia.
El ex director de inteligencia del Ejército, Mario Pazmiño está cuestionado por poseer información referente al caso de Angostura y no difundirla a tiempo, además se crítica su posible vinculación a la CIA; por tanto, sus declaraciones no se constituyen más que en un intento por deslindar la responsabilidad que tuvieron ciertos sectores, uno de ellos liderados por él, de la inteligencia militar y policial en el ataque de Angostura.
Rechazamos las acciones militares en frontera que, bajo la óptica expuesta por Mario Pazmiño y en consecución de sus objetivos antisubversivos, han detenido arbitrariamente a muchos indígenas, han vinculado a indígenas de diferentes etnias (por lo general dirigentes) a sus sistemas de inteligencia para poder tener “información integral”, han utilizado arbitrariamente las instalaciones físicas de las comunidades, en algunos caso han robado las pertenencias personales de los habitantes de frontera, y han señalado a determinados indígenas (por lo general dirigentes también) como objetivos de hostigamiento constante. Pazmiño ha dejado una escuela al interior de las Fuerzas Armadas del Ecuador que debe ser desarticulada.
Ante todo esto, la Federación de Organizaciones la Nacionalidad Kichwa de Sucumbíos-Ecuador, la Federación Provincial de Centros Shuar de Sucumbíos, la Federación de Centros Awá del Ecuador y la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos rechazamos las declaraciones de Mario Pazmiño por no tener ni la calidad moral ni el conocimiento necesario para opinar sobre la realidad de frontera; además, señalamos la responsabilidad de ciertos sectores de las Fuerzas Armadas del Ecuador en un proceso de desestructuración del Estado en la frontera norte y hacemos un llamado a entender el problema del desplazamiento de ecuatorianos desde sus múltiples causas, para identificar a todos sus responsables y evitar la intervención militar como única salida del conflicto.
Paco Chuji
Federación de Organizaciones la Nacionalidad Kichwa de Sucumbíos-Ecuador
Miguel Wisuma
Federación Provincial de Centros Shuar de Sucumbíos
Olindo Nastacuaz
Federación de Centros Awá del Ecuador
Luis Ángel Saavedra
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos
VER INFORME SOBRE LA CIA EN ECUADOR:
ARTICULO DE DIARIO EL COMERCIO:
Los servicios de Inteligencia están sometidos a la CIA: Correa
Diario El Comercio
Abril 5, 2008
El Presidente anunció que se realizarán más cambios en las unidades de Inteligencia. Mario Pazmiño fue puesto a disponibilidad por el Consejo de Generales.
“Los sistemas de Inteligencia ecuatoriana están totalmente infiltrados y sometidos a la CIA”, dijo el presidente Rafael Correa durante una entrevista a un canal lojano.
Con esto ratificó su malestar con Inteligencia militar y policial, que conocían desde el 2003 quién era el ecuatoriano Franklin Aisalla y de su relación con Nubia Calderón, miembro de la coordinadora internacional de la FARC, y no le informaron, sino hasta que los medios lo hicieron público.
Además, la información que manejó Colombia fue entregada por los propios organismos ecuatorianos. Según Correa, Inteligencia entregó los datos a la CIA (Central de Inteligencia de Estados Unidos) y esta a Colombia.
La CIA es una organización de espionaje estadounidense encargada de recopilar todo tipo de información fuera de Estados Unidos, en temas relativos a su seguridad nacional. Durante años ha sido duramente criticada por ser parte en golpes de Estado y crímenes en los países donde opera. Algunos de sus ex agentes han denunciado luego sus prácticas soterradas para atentar contra los estados, en función de sus intereses.
Este Diario conoció que la filtración e intercambio de información ha sido constante entre las agencias de espionaje de Ecuador y varios países, incluido EE.UU., en varios gobiernos. Durante el de Lucio Gutiérrez, por ejemplo, se difundió información de que la organización trabajaba con Inteligencia militar para vigilar a políticos de la oposición.
Esta práctica salió nuevamente a la luz por el caso de Aisalla. Luego de ello, el presidente Correa ratificó que no permitirá “que los servicios de inteligencia ecuatorianos estén sometidos a la CIA”.
“No lo voy a permitir y si tengo que caerme por eso, me caigo. Pero aquí tenemos que aprender a ser un país más independiente y soberano. Aquí hay casos vergonzosos en que la CIA financia ciertas unidades de inteligencia ecuatoriana” afirmó el Jefe de Estado.
Precisamente, Inteligencia del Ejército, según una fuente del Ministerio de Defensa, anualmente recibe, por el intercambio de información, entre USD 16 y 18 millones de EE. UU. para financiar las actividades en la frontera norte. Con ese dinero se compra armamento, vehículos, uniformes e incluso se mejora la infraestructura de los campamentos ecuatorianos limítrofes.
Por esta información, Correa dispuso que se tomen acciones correctivas. La primera fue la de poner a disposición del Ministerio de Defensa para investigaciones al director de Inteligencia de la Fuerza Terrestre, Mario Pazmiño. Ayer, sin embargo, su situación se agravó, pues fue puesto en disponibilidad, es decir , está a punto de salir de las FF.AA. Según el art. 74 de la Ley de Personal de las FF.AA., la disponibilidad, es la situación en la que se coloca al militar, sin mando y sin cargo efectivo hasta la publicación de su baja”.
Esta resolución fue tomada la noche del jueves, luego de una larga reunión del Consejo de Generales del Ejército. Pazmiño fue suspendido por tres meses; será investigado “por los problemas informativos suscitados a raíz de los inconvenientes con Colombia y por no proporcionar información oportuna sobre el caso Aisalla”.
El Consejo de Generales también ordenó que se inicie una indagación, a cargo de una comisión de alto nivel.
Pazmiño será reemplazado por el hasta ayer subdirector de la unidad, Jaime Castillo, quien quedará como encargado hasta que se designe al nuevo titular.
Por el momento se están estudiando otras posibles salidas en las unidades de Inteligencia. Se “están haciendo cambios y seguiremos haciéndolos”, puntualizó Correa, aunque no quiso adelantar nada puntual al respecto.
Entre tanto, en la Unidad de Inteligencia policial aún no se han anunciado oficialmente cambios. Esto, pese a que esta entidad también conocía de la relación que mantenía Aisalla con Calderón y sobre sus supuestas actividades como facilitador de las FARC en Ecuador para conseguir documentos y movilizarse.
Incluso, en el informe de Inteligencia de la Fuerza Terrestre, fechado agosto del 2005, se estableció que “se conoce que personal de la Policía Nacional, particularmente de la Unidad de Inteligencia Especial (UIES), estaría trabajando directamente con el sujeto (Aisalla). Se procede a suspender la vigilancia hasta recibir otra disposición sobre el blanco”.