Comunicación INREDH |
28/05/2012 |
Un mes desaparecida lleva Carolina Garzón en Quito
|
Este jueves 31 se realizará un plantón frente a la Embajada de Colombia( AV. 12 de Octubre y Cordero), a las 10h30am, para exigir a las instituciones de Ecuador y Colombia continuar con la búsqueda de Carolina.
Carolina Stephany Garzón Ardila, estudiante colombiana de 22 años, desapareció en Quito el pasado 28 de abril de 2012. La última vez que supo de ella fue en la casa donde se hospedaba, en el barrio Paluco, sector Monjas.
Carolina es estudiante de licenciatura básica con énfasis en Educación Artística en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, de Bogotá, Colombia. Se desempeña como periodista del periódico El Macarenazo de la misma universidad y es militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), dirigente de la Unidad Estudiantil (UNES), activista de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) y de la Coordinadora de Solidaridad con los Sectores en Conflicto.
El afecto que Carolina había desarrollado por Ecuador -y en especial por Quito- la habían traído a Quito por cuarta vez. En las semanas anteriores a su desaparición, Carolina había participado en diversas actividades artísticas, políticas y comunitarias. En la Casa Metropolitana de las Juventudes, del Municipio de Quito, participó en el Centro Juvenil de Capoeira. Incluso la noche anterior a su desaparición se presentó con un grupo de percusión en la Calle La Ronda.
Por estos motivos, sus padres, hermana y demás familiares, sus amigos y las diferentes organizaciones sociales y de derechos humanos que han decidido conformar la Coordinadora de Solidaridad por Carolina Garzón (CSCG) demandan a los gobiernos de Ecuador y Colombia, por medio de la Fiscalía, Policía Nacional, Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, Embajada de Colombia en Ecuador y demás instituciones ecuatorianas y colombianas, no cesar en los esfuerzos para encontrar a Carolina Garzón, estudiante, artista y activista, y demostrar de esta manera la vigencia de los derechos humanos en ambos países.