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100 años después del genocidio armenio: Manifiesto por la Memoria y la Justicia |
FIDH – Federación Internacional de Derechos Humanos
y su organismo miembro en Armenia
Civil Society Institute (CSI)
y en Turquía
Insan Haklari Dernegi (IHD)
Human Rights Foundation of Turkey (HRFT)
Declaración conjunta
100 años después del genocidio armenio:
manifiesto por la memoria y la justicia
Ereván, Ankara, París, 23 de abril de 2015.- En este día del centen
ario del comienzo del genocidio armenio, la FIDH (Federación Internacional de los Derechos Humanos) y sus organizaciones miembros en Armenia, el Instituto de la Sociedad Civil (CSI), y en Turquía, Insan Haklari Dernegi (IHD) y la Fundación de Derechos Humanos de Turquía (HRFT), rinden homenaje a la memoria de las víctimas.
Como continuación a las declaraciones finales de los congresos de la FIDH en Ereván (2010) y Estambul (2013), y con ocasión del centenario de la conmemoración del genocidio armenio, nuestras organizaciones aprueban el siguiente manifiesto.
Preámbulo
Recordando los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, las disposiciones del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio;
Considerando que los delitos de genocidio afectan a la esencia misma de la humanidad, desafían la imaginación y son una profunda ofensa para la conciencia humana.
Afirmando que los delitos más atroces afectan a la conciencia de forma permanente y que el trauma causado se puede analizar de manera más eficaz con el tiempo, que los delitos de genocidio y los crímenes contra la humanidad son una amenaza para el orden público internacional y afectan al conjunto de la comunidad internacional, que es inconcebible aplicar la ley del “olvido” a los delitos perpetrados contra la comunidad de naciones y la humanidad misma, que dichos delitos son imprescriptibles por naturaleza;
Recordando que alrededor de 1,5 millones de personas armenias murieron durante el genocidio cometido a principios del siglo XX, muchas de ellas ejecutadas y un millón durante la deportación forzada y el traslado del pueblo armenio desde la parte anatolia del Imperio Otomano y que numerosos armenios y armenias fueron sometidos a daños tanto físicos como mentales;
Considerando que las condiciones exactas de su muerte y el emplazamiento de los restos siguen siendo desconocidos en el caso de la gran mayoría de las víctimas y que las familias y descendientes no pudieron despedirse de sus seres queridos, dichas desapariciones forzadas responden, en consecuencia, a la definición de delito continuado a efectos de lo dispuesto en el artículo 8 de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas de las Desapariciones Forzadas;
Recordando que el derecho de las víctimas y sus descendientes a la verdad, a la justicia y a la reparación son elementos fundamentales e indispensables para una paz duradera y para cualquier proceso de reconciliación;
Recordando los peligros de los discursos de odio y negacionistas de los delitos internacionales cometidos, a la vez que insta a que se respete la libertad de expresión, elemento esencial del respeto de los derechos humanos;
Recordando los Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones (Resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 2005) y especialmente del segundo y tercer párrafo de su preámbulo.
Manifiesto
La FIDH y sus organizaciones miembros en Armenia y Turquía, CSI, IHD y HRFT:
- Rinden homenaje a las víctimas del genocidio armenio que atormenta la memoria de la humanidad;
- Reconocen el papel desempeñado por los “justos” que salvaron vidas armenias durante el genocidio;
- Instan solemnemente a Turquía reconocer oficialmente su responsabilidad en el delito de genocidio del pueblo armenio llevado a cabo por el Gobierno de los Jóvenes Turcos del Imperio Otomano;
- Instan a Turquía a cesar en su política oficial de rechazo y a asumir las reparaciones debidas por los daños causados y por el sufrimiento de las víctimas, sus descendientes y la comunidad armenia en su conjunto;
- Afirman que solamente dicho reconocimiento, esencial para la labor de memoria, permitirá que Armenia y Turquía restablezcan una relación de confianza y compromiso a un proceso de reconciliación entre los dos estados; un proceso en el que las sociedades civiles ya están comprometidas;
- Instan a Turquía a trabajar en la normalización de sus relaciones con Armenia, sin condiciones previas y, en concreto, a que abra la frontera común;
- Piden al Gobierno turco que ponga fin a los discursos de odio y estigmatización del pueblo armenio, que su política de rechazo del genocidio contribuye a alimentar;
- Consideran que el pleno cumplimiento de los derechos humanos, especialmente la protección de los derechos y la libertad política, es esencial para romper tabús y promover el diálogo y el intercambio y piden a la sociedad civil de Armenia y Turquía que luchen contra los agravios cometidos y contribuyan a la construcción y la promoción de las relaciones entre las dos sociedades;
- Piden a Turquía y Armenia ratificar el estatuto de la Corte Penal Internacional e incorporarlo a su derecho interno, dejando constancia así de su disposición para luchar contra la impunidad de los delitos internacionales y garantizar la seguridad y la paz tanto regional como internacional;
- Recuerdan a los Gobiernos de todo el mundo, a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al igual que a los países miembros de la Unión Europea y al Consejo de Europa, que el mejor método de prevención contra otros delitos de este tipo reside en la lucha contra la impunidad de los delitos pasados; por ello, piden a la comunidad internacional que apoye este manifiesto e intervenga ante los Gobiernos turco y armenio para que se pongan en marcha los mecanismos ad hoc y se satisfaga la necesidad de verdad, justicia y reparación de genocidio cometidos contra el pueblo armenio.
2. Reconocen el papel desempeñado por los “justos” que salvaron vidas armenias durante el genocidio