El caso de Francisco Cajigas dio un giro preocupante en la presunta ejecución extrajudicial. A pesar de la resolución judicial que ordena el uso de grilletes electrónicos para los dos policías procesados, Jaime A. y Juan T., luego de la formulación de cargos por el delito de ejecución extrajudicial, se ha informado que no hay presupuesto disponible para implementar estas medidas cautelares.
Francisco Cajigas, un joven colombiano de 30 años, desapareció en Ibarra el 17 de noviembre de 2015 y fue encontrado sin vida 13 días después en la laguna de Yahuarcocha. La autopsia reveló que murió debido a un traumatismo encefálico por un objeto contundente, lo que apunta a una muerte violenta. La investigación se ha visto comprometida por la manipulación de pruebas en el Centro de Investigación de Ciencias Forenses de Esmeraldas, donde el cráneo de Cajigas fue separado de su cuerpo y lavado con un químico fuerte, comprometiendo pruebas de ADN cruciales.
A pesar de las medidas cautelares dictadas, que incluyen la prohibición de salida del país y presentaciones periódicas ante las autoridades, la falta de recursos por parte del SNAI para implementar los grilletes electrónicos pone en riesgo la permanencia y comparecencia de los acusados ante el Tribunal.
“Es importante que se pueda contar con este dispositivo, porque permite asegurar de cierta forma la presencia de los presuntos responsables de la muerte de Francisco Cajigas, evitando así que se mantenga en impunidad su muerte.” señala Vivan Santander, coordinadora del área jurídica de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh).
Como organización de derechos humanos, denunciamos la falta de compromiso del sistema judicial y exigimos que se asignen los recursos necesarios para implementar las medidas cautelares dispuestas. Es inaceptable que la falta de presupuesto impida que se haga justicia en un caso de tal gravedad. Los presuntos responsables de la muerte de Francisco Cajigas no deben quedar en la impunidad.
La exigencia es clara: se deben garantizar los recursos necesarios para que los grilletes electrónicos sean colocados y se asegure la comparecencia de los acusados. No hacerlo no solo pone en riesgo la integridad del proceso judicial, sino que también envía un mensaje de negligencia y desinterés en un sistema de justicia que debería proteger a las víctimas y sus familias.
La justicia para Francisco Cajigas y su familia no puede seguir postergándose. Cada retraso es un recordatorio doloroso de un sistema que hasta ahora ha fallado en proporcionar las respuestas y la reparación que merecen. Es imprescindible que las autoridades competentes tomen medidas urgentes para asegurar que la justicia prevalezca y que los derechos de las víctimas sean respetados.
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