Comunicación INREDH |
31/05/2017 |
#AmnistíaPrimero llegó a la Asamblea Nacional y a la Gestión de la Política |
La sala José Mejía Lequerica de la Asamblea Nacional estaba colmada, algunas personas se encontraban sentadas en la bancada disponible para el público, colgaron pancartas de la campaña #AmnistíaPrimero en las butacas, mientras las mujeres del pueblo Saraguro de la provincia de Loja portaban en sus manos los carteles con la leyenda “#29deSaraguro Justicia”. También, junto a las decenas de asistentes se encontraban periodistas de distintos medios de comunicación en espera de que inicie la “Jornadas por la amnistía, el indulto y la libertad”.
Cerca de las 10:00, Kathy Betancourt, dirigente de la mujer de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), presentó en la sala a varios de las personas criminalizadas durante este gobierno. El primero en hablar fue Stalin Robles, uno de los #7DePastaza, que fue procesado y sentenciado por el delito de ataque y resistencia luego de participar en el levantamiento indígena de agosto de 2015, en la ciudad de Puyo. Él comentó que lo procesaron injustamente por defender sus derechos, por participar en el paro nacional y levantamiento indígena y por ejercer su derecho a resistir como se encuentra garantizado en la Constitución. Stalin a 20 días de cumplir su sentencia recibió el indulto del presidente Rafael Correa la tercera semana de mayo de 2017
Luego, llegó el turno de Luisa Lozano, una de las procesadas de los #29deSaraguro, que relató cómo los policías y militares ingresaron a las casas en la comunidad de Lagunas, en Loja, después de que la población de Saraguro se sumará al levantamiento indígena. Contó que fue sentenciada a 4 años, apeló la sentencia y el juez dictaminó que debe realizar trabajo comunitario, pedir disculpas públicas a la Policía, entre otras medidas. “Esto es una injusticia que fácilmente cae en la persecución política”, asegura. Luisa Lozano fue respaldada con aplausos y abrazos de sus compañeras y compañeros que la felicitaron por compartir su historia.
Una vez que terminó estas intervenciones llegaron las cabezas políticas del movimiento indígena, entre ellos estaba Marlon Vargas, de la Confederación de Nacionalidades Indígenas Amazónicas del Ecuador (Confenaie); Jorge Herrera, de Conaie; esta mesa también estaba presidida por representantes de la bancada de Pachakutik como la asambleísta Encarnación Duchi, y las organizaciones de derechos humanos con Beatriz Villareal, presidenta de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) y Elsie Monge, directora de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu). Herrera, presentó el informe de criminalizados en el país y la solicitud de amnistía para los procesados y enjuiciados por la criminalización de la protesta.
La sala al unísono gritaba ¡“Libertad, libertad a los presos por luchar”!, un grito que retumbo y llegó a los oídos de José Serrano, actual presidente de la Asamblea Nacional. El legislador por la presión del público decidió bajar de su despacho a la sala para hablar sobre la solicitud e amnistía, mientras el público continuaban con los gritos de ¡”Libertad”! Serrano en una intervención de pocos segundos dijo que los casos serán revisados uno por uno por un grupo de trabajo que se conformará.
Posteriormente, twitteo en su cuenta personal que se ha recibido la solicitud de amnistía y que está abierto al diálogo, todo ello en pos del trabajo de la nueva Asamblea.
Los asistentes de la sala estaban enojados recordando que el actual presidente de la Asamblea fue el Ministro del Interior del expresidente Rafael Correa que criminalizó la protestas social y por ende fue él mismo, a través de abogados de esa entidad, quienes aportaron al enjuiciamiento de quienes hoy están pidiendo amnistía.
Cerca de las 12:00, concluyó el evento con tambores y pancartas para iniciar la marcha con rumbo a la Presidencia, donde también entregarían la solicitud de indulto. Las pancartas más visibles fueron del bloque antiminero que se movilizaron y organizaron varias actividades por el pueblo Shuar cuando estaba bajo el estado de excepción, en la provincia de Morona Santiago. También, el recorrido fue acompañado por una wiphala gigante que estaba al frente de la movilización. La gente gritaba una vez más ¡“Libertad, libertad a los presos por luchar”!
La movilización llegó a la calle Sucre, del centro histórico de Quito, para encontrarse con la sorpresa de que los policías habían cerrado esta calle, impidieron el paso al palacio de Carondelet. En este punto, los ánimos se levantaron contra este cerco, pero continuó la protesta de forma pacífica. Kathy Betancourt, pidió calma para organizarse y conformar una comisión de representantes que iría a la Secretaría de la Gestión de la Política para entregar la solicitud de indulto.
Esta comisión fue formada por Marlon Vargas, Kathy Betancourt junto a varias personas criminalizadas y abogados de las organizaciones que se reunieron en la Secretaria de la Gestión de la Política con Paola Pabón, que presida esta cartera, y Rossana Alvarado, actual Ministra de Justicia.
Mientras tanto, en las afueras de la calle Sucre se encontraban las personas movilizadas, las mujeres Saraguro formaron un baile tradicional y otros cantaban coplas contra la minera y la criminalización. En la zona, el comercio se incrementó a beneficio de los vendedores informales, los manifestantes compraban comida, cigarrillos y aguas. Varias personas repartían caña a sus compañeros para aguantar el sol del mediodía. Además, se planeó tener un comida comunitaria en el parque El Arbolito, después que salieran los dirigentes de la Secretaria.
Cerca de dos horas duró la reunión entre los dirigentes y las dos funcionarias del Estado, cuando finalizó la cita, Kathy Betancourt salió a informar a las personas lo sucedido. Aseguró, que esta reunión es solo el primer paso para la solicitud de indulto e invitó a todos a estar vigilantes del proceso. Esto porque, comentó que pronto tendrán una respuesta desde las autoridades que ubicarán una comisión que investigue los casos uno por uno.
Sin duda este primer paso estuvo bien respaldo por las bases, las dos solicitudes fueron admitidas en la Asamblea Nacional y en la Secretaria de la Gestión de la Política. El movimiento indígena y las organizaciones consideran que esto no es un triunfo, es el primer paso e invita a todos a estar vigilantes que se cumplan los indultos y las amnistías para todas y todos.