El Ecuador se debate en una polarización que nos hace mucho daño.
La presencia de los fundamentalismos religiosos que pujan por estados confesionales, cuya acción política está basada en una oposición manifiesta a los hechos e intenta promover posturas antiderechos de las mujeres, niños, niñas adolescentes y personas de las diversidades sexuales. Posiciones únicas ligadas con el dogma y la mentira se plantean como verdades absolutas y se lanzan como si la sociedad ecuatoriana no fuera capaz de analizar y tomar posición, en el marco de un estado laico y de protección integral derechos de todas las personas.
La sentencia de la Corte Constitucional ha ratificado las garantías establecidas en la Constitución del 2008, en particular el derecho inalienable de que niños, niñas y adolescentes deben recibir información sobre sexualidad, en el marco de los estándares internacionales. La realidad exige al Estado, que ha visto impasible como niños, niñas y adolescentes no han tenido, ni tienen información para enfrentar y denunciar la violencia sexual, que no solo se da en el ámbito familiar sino en el ámbito educativo “espacios considerados seguros”.
No es posible aceptar interpretaciones antojadizas, apegadas a preceptos religiosos que deforman la integridad mental y el desarrollo de niños/as y adolescentes. Las leyes que amparan los derechos de las mujeres ya promulgadas y las que están en construcción son atacadas por desinformación.
Las cifras gritan: ECUADOR ES UN PAÍS VIOLENTO CONTRA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS! A julio del 2018:
· 51 feminicidios.
· El Ministro de Educación de Educación entregó a la Fiscalía 328 nuevas denuncias de casos de Violencia sexual en el ámbito educativo, se han incrementado de 1.623 a 1837
· Las autoridades del Ministerio de Inclusión Económica y Social presentaron 269 casos de niñas, niños y adolescentes abusados sexualmente.
· 2000 niñas menores de catorce años son violadas y embarazadas cada año.
· Según las cifras de Fiscalía General del Estado: 3 niñas serán violadas este día.
Vemos perplejas como siguen en aumento embarazos infantiles y adolescentes producto de violación: numerosas violaciones en el sistema educativo; curas que violan, torturan y profesores que hacen lo mismo. Son ya 51 mujeres muertas por femicidio, crimen atroz que todavía no recibe toda la atención y preocupación que debe tener. Ello hace EMERGENTE la necesidad de aplicación inmediata y la asignación presupuestaria de la Ley de Prevención y Erradicación de Violencia contra las Mujeres y su Reglamento, a fin de posibilitar la atención inmediata a las víctimas que la violencia machista va dejando a su paso.
En este escenario, se permiten en el marco de la democracia marchas y movilizaciones que paradójicamente piden la no injerencia del Estado frente a esta situación que es una emergencia social. Por su parte el Estado se debate entre la respuesta a la emergencia social y la defensa reactiva de sus propuestas, y acciones en razón de los ataques recibidos por estos movimientos que falsamente están enarbolando una lucha, que de defensa de la vida no tiene nada.
La construcción todavía en proceso del Código de Salud -COS, nos genera profunda preocupación por los ataques y calumnias de los que ha sido objeto. Este marco legislativo es uno de los instrumentos legales más importantes instrumentos, porque facilita el ejercicio de otros derechos, entre esos los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos. Con asombro vemos que se miente respecto a artículos que supuestamente despenalizan el aborto, legalizan el consumo de la marihuana, etc, cuando es un total despropósito. Necesitamos un COS coherente con la realidad angustiante que vive la niñez y adolescencia violentada y discriminada, con las mujeres violentadas y en peligro de muerte cuya única entrada es el Sistema de Salud para recibir atención y derivación al Sistema de Justicia. Un COS que garantice la confidencialidad y la atención emergente. No permitiremos la inclusión de artículos que atenten contra el derecho a la vida de la población y de las mujeres y niñas en situación de riesgo y emergencia vital.
Ninguna mentira, ningún fundamentalismo, ninguna pugna político-partidista puede ponerse por encima de la integridad y la vida de las mujeres y niñas. Reiteramos que la violencia contra las mujeres y las niñas de todas las condiciones y las diversidades es el ENEMIGO COMÚN contra el que tenemos que luchar colectivamente.
Hacemos un llamado al Presidente Moreno, a la Presidenta de la Asamblea Nacional y las autoridades de los poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial a mantener la decisión firme de garantizar el derecho a una vida libre de violencia a las mujeres y niñas ecuatorianas.
Por la dignidad y la vida de las mujeres ecuatorianas, #SinViolenciaNiDiscriminación
COALICIÓN NACIONAL DE MUJERES DEL ECUADOR FRENTE ECUATORIANO POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS VIVAS NOS QUEREMOS