En el marco del conversatorio online realizado por la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), Elisa Franco, profesora en Filosofía y Derechos Humanos en la Universidad Diego Portales de Chile y Verónica Potes, abogada en derechos humanos analizaron la negativa a la propuesta de la nueva Constitución en Chile que el pasado domingo, 4 de septiembre de 2022, con 99.9% de escrutinio, el 61.8% rechazó el plebiscito, mientras que el 38.1% lo aprobó.
Para Franco este nuevo texto era una propuesta que “venía a resolver demandas historias de los pueblos, movimientos sociales, de las mujeres, de la naturaleza, pueblos originarios”, y que debido a la desconexión entre “la convención con los territorios y las personas habitantes del país”, no hubo un entendimiento total, así lo manifestó Elisa Franco. Asimismo, manifestó que otra de las causas del rechazo fue la falta de información y la generación de información falsa durante la campaña de la propuesta.
“Las características diseñadas en esta Constitución restringen los derechos sociales, dispone de una protección de derechos inexistentes, y no tienen mecanismos judiciales que garanticen un proceso democrático para Chile», aseguró Franco.
Por su parte, Verónica Potes, recalcó que la sociedad chilena continúa bajo una constitución de transición que se estableció en su momento bastante dolorosa de la historia chilena, refiriéndose a la constitución de 1980, la cual ha tenido críticas debido a su origen.
La interculturalidad ha sido uno de los temas más polémicos en la propuesta de la nueva Constituyente. Potes aseguró que esta desconfianza que genera la propuesta es común ya que tiene una necesidad de una explicación ilustrada. En contraste al Ecuador, la abogada ecuatoriana ejemplificó que el país tuvo que atravesar por un proceso temporal entre 1998 a 2008 para consolidar al Estado como Plurinacional. Y que como resultado ha dejado tres artículos de plurinacionalidad dentro de la Constitución ecuatoriana para proteger los derechos de los pueblos originarios.
La propuesta de la nueva Constitución Política de Chile debe garantizar a la ciudadanía chilena cambios estructurales donde temáticas de derechos de mujeres, de ambiente, pueblos originarios sean también tomados en cuenta, es así que la Federación Internacional por los Derechos Humanos, el Observatorio Ciudadano de Chile y la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del pueblo (COPEDU), manifestó la necesidad de incluir el eje de derechos humanos a la constituyente de Chile.
En este sentido, durante el conversatorio, Verónica Potes afirmó que “una constitución que recoge en un catálogo de derechos es unos soportes detallistas, no son necesarias que estén una constitución para que sean reconocidos. Sin embargo, la función estatal de cómo se organiza el Estado, parecería que si no lo dice la Constitución, no existe el derecho”. Por ello, para Elisa Franco es necesario que la constitución tenga un ordenamiento jerárquico porque son importantes para la protección y de judicialización.
Finalmente, el debate se concentró en comprender que la iniciativa ciudadana es práctica para activar el normativo, es una forma de democratizar a la sociedad, aunque no sea una herramienta muy conocida, aseguró Franco. Comprendiendo que hay una dificultad de activar los mecanismos que descentralicen el poder y traten de incidir en la posibilidad de democratizar los aparatos de decisión a través de razones culturales, jurídicas y políticas, siendo este el reto más grande para Chile.
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Chile: rechazo a la propuesta de nueva constitución política
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