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Hacemos lo que se nos dice

Por Super User
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Luis Saavedra Mendoza, comunicación INREDH

 

Hacemos lo que se nos dice

(Milgram, Entel y los enlaces ciudadanos)

 

 


 

¿Porque obedecen los sujetos?

 

En 1963, Stanley Milgram, científico social estadounidense, desarrolló un experimento, que se convirtió en una referencia teórica para explicar cómo se produce la obediencia a la autoridad; el éxito del experimento ha influenciado en varios espacios académicos y culturales; siendo un claro ejemplo el documental Francés “Le jeu de la mort” (El juego de la muerte[1]), producido en el 2010 por Christophe Nick. Estas premisas las podemos mirar ahora también en los enlaces ciudadanos del Presidente Rafael Correa.

 

En el experimento de Milgram, se cuenta con dos participantes, cada uno de ellos interpretando un rol, podemos llamarlos profesor y estudiante. El profesor está obligado a proporcionar descargas eléctricas al estudiante, desde los 15 voltios hasta los 440 voltios, en orden ascendente, cada vez que responda una pregunta de forma incorrecta. Milgram concentrará su observación hacia el profesor, puesto que el estudiante es un actor que simula recibir las descargas eléctricas y responde mal a propósito: nunca recibe una descarga eléctrica. Es decir, el experimento consiste en observar hasta qué punto el profesor decide proporcionar descargas eléctricas a su estudiante, en nombre de su autoridad, que en este caso será la ciencia o el experimentos científico en el que está participando de forma voluntaria. 37 años después, Nick, Jean-Léon Beauvois y un grupo interdisciplinar de psicólogos antropólogos y sociólogos llevan a cabo el mismo experimento, ahora disfrazado de un reality show televisivo, donde observarán el sometimiento del sujeto a la autoridad que, en este caso, es el influjo de los medios de comunicación y, particularmente, de un programa de televisión y de la autoridad de este programa, encarnada en la presentadora.

 

El resultado es desalentador, puesto que en el experimento de Milgram de 1963, el 65% de las personas aplicaron todas las descargas eléctricas, en el 2010 en el “Juego de la muerte” aumentó la cifra al 81%, con lo que se pudo ver el poder de manipulación y sometimiento que poseen los medios de comunicación, pero además, cómo influye la figura de la autoridad.

 

En el experimento
del “Juego de la muerte” podemos categorizar a los participantes, en aquellos que se rebelaron contra el juego y desobedecieron las ordenes; aquellos que acabaron el juego, porque, según ellos, no creían que fuera cierto; y aquellas personas que solo se sometieron, y aunque se generaron un conflicto interno, no pudieron desafiar a la autoridad.

 

 

¿A todo esto, que tiene que ver los enlaces ciudadanos?

 

Acudí a este ejemplo por los resultados que ofrece y, sobre todo, porque nos da una idea de cómo es el comportamiento de las personas frente a una autoridad con poder comunicacional, como lo es Rafael Correa y sus enlaces ciudadanos.

 

En el experimento de Milgram y en el “Juego de la Muerte” la autoridad recita palabras claves que permiten el sometimiento de las personas; al igual que en los experimentos, llamaremos a estas palabras “Exhortación”. Las exhortaciones, son palabras fuertes que provocan el sometimiento de las personas y estas pueden estar jerarquizadas en niveles; en el Juego de la Muerte estas oraciones son: el juego exige que continúes, es tu turno, no te dejes impresionar, y por último se recurre a la opinión del público.

 

Comparemos el juego con los enlaces ciudadanos.

 

Primero: al igual que en el juego, tenemos personas ordinarias, comunes, normales, o como se las pueda llamar, participando en los enlaces ciudadanos.

 

Segundo: en el juego de la muerte, ser famoso es una de las maneras más básicas para obtener poder, de ahí que en el experimento se haya recurrido a una famosa presentadora de televisión para que asuma este rol: la autoridad será Tania Young. En los enlaces, el presidente Rafael Correa ejerce poder, no solo por su condición de presidente, sino también por la condición de fama que le proporciona las sabatinas. Young y Correa son idolatrados por su público; ambos tienen carisma y conocimiento para manejar un público dispuesto a someterse, los dos automáticamente están dotados de poder.

 

Tercero: se recurre a la exhortación, y por ende a influir en las formas de pensamiento y acción, recalcando el rol de la autoridad. En el juego de la muerte se exhorta al sujeto a que continúe con el experimento y aplique las descargas eléctricas; en el caso de los enlaces ciudadanos, el presidente exhorta a la población a pensar de la misma manera que él piensa sobre alguna situación o un personaje, y lo hace apelando a la muletilla del “Yo soy el Presidente”, “A mí me eligieron”, “Yo soy el que da las ordenes”. Recalcar la figura de autoridad es reforzar el sometimiento e imponer obediencia ciega. En el Juego de la Muerte, el sometido infringe las supuestas descargas eléctricas, en el juego de las sabatinas, el asistente somete, y olvida, sus propias sospechas sobre el régimen.

 

Veamos las similitudes de las exhortaciones entre el Juego de la Muerte y las Sabatinas:

 

El juego exige que continúes             Yo soy el presidente

No te dejes impresionar                     Que no nos engañen

Es tu turno                                         A mí me eligieron

Qué dice el público                            Prohibido olvidar

 

Por otra parte, podemos traer a colación también a Alicia Entel, investigadora y teórica de la comunicación argentina; Ella relaciona sus trabajos con las problemáticas de la comunicación y la industria cultural, vinculados con el pensamiento de la Escuela de Frankfurt.

 

Entel reconoce en su ensayo llamado “Dimensión Antropológica”, las practicas comunicacionales que caracterizan a los seres humanos, “partiendo de la idea de que somos incompletos, carecemos, y necesitamos de nuestros semejantes para sobrevivir”[2]; en otras palabras, Entel se encargará de establecer las distintas practicas comunicacionales entre individuo-comunidad, por falta de tiempo y espacio no puedo, explicar todas las categorías que plantea Entel que son: “feria, fiesta, dramatización, y el juicio”[3]; de modo que solo me referiré a las categorías de “Dramatización”[4] y “Juicio”[5], que comparten elementos fundamentales para entender el poder comunicacional de los enlaces ciudadanos.

 

Ciertamente partiré desde la categoría de dramatización; entendemos la dramatización como una de las tantas relaciones individuo-comunidad, esta se caracteriza por ser un espacio ritual con acción de unos pocos y la contemplación de muchos, la mediación o el proceso comunicacional se da en la dualidad

  • Actor/ Publico
  • Activo/Pasivo

O, en palabras más simples: unos hacen mientras que otros ven.

 

Además la dramatización se la realiza en un recinto o espacio compartido; es decir, tanto el público como los actores comparten una circulación de emociones y códigos comunes.

 

Entiéndase bien que la dramatización no solo es una representación artística o una práctica teatral, con fines de representación actoral, La dramatización es un proceso más complejo, estos estudios se los puede relacionar con la mediación de los medios de comunicación masiva; en un ejemplo más concreto, Entel mencionará que la parafernalia, la iluminación, las máscaras, la escenografía, todo lo que conforma el espacio o recinto donde se realiza la dramatización (esos objetos técnicos del escenario) son parte de una mediación técnica; en otras palabras, la escenografía repercute en los procesos comunicacionales entre individuo-comunidad.

 

Relacionemos este punto con el documental “El juego de la muerte”. En el documental se explica que el escenario del reality, el público, las cámaras, las luces, en sí los detalles técnicos, también son formas de exhortación del poder, en este caso, del poder que poseen las escenografías en la televisión.

 

En los enlaces ciudadanos, también existen estos rasgos de la Dimensión Antropológica de Entel; para analizarlos mejor citaré partes de un análisis sobre las sabatinas publicado por Diario “El HOY” de Quito, el 2011/07/11, con el titulo “Sabatinas: el monologo más caro”[6].

Este análisis narrado en forma de crónica, nos cuenta detalladamente como son los enlaces ciudadanos, como se estructuran, los detalles técnicos, la gente que participa de ellos; en fin, es un texto interesante que narra lo que pasa en un enlace ciudadano.

 

“En el trayecto de ingreso, los carteles y agentes de seguridad, con uniformes y de civil, señalan el camino donde será la cita. Los caminantes aceleran el paso y Jorge Angulo, famoso y mejor conocido como «Banderita», da la bienvenida con la tricolor.”[7]

 

En palabras de Entel, este pequeño fragmento de la publicación de “Diario Hoy” ya denota el ejercicio del poder y las exhortaciones a través de los detalles técnicos, tenemos gente caminando en una sola dirección, a sus lugares correspondientes, en el camino se encuentran carteles y policía, y un tipo que incentiva el patriotismo, dando la bienvenida con la bandera del Ecuador.

 

“En el interior, cerca de una decena de carpas de algunos ministerios compiten con la entrega de información de los proyectos que manejan. Folletería en papel cuché, globos y banderines son herramientas para tal propósito. Hay material para repartir entre todos los que ingresan.”[8]

 

Las personas son recibidas con mucha información propagandística acerca de las obras que realizan distintos ministerios, esto puede llegar a hacer sentir una relación directa Estado-Individuo; es decir, estas instituciones ya están listas para construir su modelo de desarrollo socializando dichas informaciones. Kant dijo: “La comunidad está presente en el ser humano, y el ser humano construye la comunidad.”[9] Las instituciones que reparten dichos folletos globos y banderas, construyen constantemente una comunidad que apoya al gobierno; sin embargo; se ha ido perdiendo la construcción desde el individuo, ya que nos vemos ofuscados de informaciones oficiales, que nos resultan tan veraces, por consiguiente perdemos nuestra capacidad de cuestionarnos, de mirar qué motivos esconden los discursos.

 

“Cerca de la tarima principal, preparada la noche anterior y que dispone de una pantalla gigante, el centenar de sillas, cubiertas por 11 carpas blancas de lona, comienza a coparse al acercarse las 10:00. Entre el público hay pugna por ubicarse cerca del escenario, vestido de negro y blanco.”[10]. El blanco y negro de la tarima es otra de las características del teatro, profundiza el impacto de los personajes que actúan, los viste de color y resalta sus ademanes.

 

La población se ubica en su lugar de espectador pasivo; la pantalla gigante es un detalle técnico que forma parte de la exhortación del poder. Todo está listo para dar comienzo a esta dramatización, los espectadores y los actores ya comparten un espacio ritual definido, y se establece la dualidad Actor/Publico.

 

“A medida que se acerca el inicio, la banda musical en vivo, de Conciencia Ciudadana, impone su ritmo y sube el ánimo de los asistentes. La seguridad, mucha y regada por todos lados, comienza a moverse. El presidente Rafael Correa hace su aparición y, con ello, la algarabía, los gritos, los carteles de peticiones, los besos y también los saludos.”[11]

 

La parafernalia, la música, las emociones, son códigos y símbolos compartidos entre el público y el actor, en este caso, el presidente Rafael Correa que, sin duda, utiliza bien estas exhortaciones para generar apoyo y ensimismamiento.

 

“La cadena transcurre y los camarógrafos no pierden detalle de los asistentes e invitados; entre ellos, los ubicados en la carpa de invitados especiales, reservada para ministros, gobernadores, asambleístas y otras autoridades.”. Estos invitados especiales serán el eco del discurso presidencial; son los que ratificarán los datos con un “sí señor presidente”, “en efecto señor presiente”, “gracias señor presidente”. El poder no solo que se envanece con el adulo, sino que necesita de legitimidad y esta se la busca en la repetición y la aprobación de sus corifeos.

 

En este fragmento, hay que poner atención a los puestos designados para el público y las autoridades importantes, otra exhortación técnica del poder, permite la jerarquización dentro del evento, pues los puestos y las posiciones denotan los grados de jerarquía, ubicando a las autoridades más cerca del escenario principal, estos son los puestos denominados “especiales”.

 

El público pasivo comenta entre cuchicheos lo que presencia, acerca del personaje activo que trata de compartir sus emociones y códigos, que a la final se vuelven comunes entre el actor y el público, generando empatía.

 

Desde la parte intermedia, los comentarios distraídos se extienden, aunque son imperceptibles por la fuerza de voz que sale de los parlantes. Los bostezos se multiplican aunque son igual ajenos a las cámaras de televisión. “Al término de todo, cargados de papelería, tal cual la gente saliera de un espectáculo público, se retiran de a poco. Buscan el bus que los trajo y, con los rostros algo tostados por el sol, se van…”[12]

 

Al final del evento ya se distingue el poder propagandístico exclusivamente técnico, el espectáculo acabó, y el público regresa a sus casas, feliz quizás por que participó, vio, sintió, y en ocasiones hasta saludo a tan distinguido actor sabatino, actor que contagia las “emociones políticas”[13] (Castells) que están al frente de la llamada revolución ciudadana.

 

Retornando a las categorías de Entel, falta hacer alusión al “Juicio”[14], categoría que corresponde al uso de las costumbres, las normas, las leyes de una comunidad, es decir lo prohibido y lo permitido, este proceso comunicacional que también forma parte de las relaciones Individuo-Comunidad, se construye por un lenguaje especifico, cabe agregar que existe una reducción comunicacional, puesto que estas normas no son conocidas por toda la población en general, sino que es entendido por unos cuantos, se construye en un discurso social con diferentes matices, sin duda es un juego de poder construido en el lenguaje.

 

En el enlace ciudadano, la categoría de juicio se la puede observar en los discursos sociales del presidente, discursos que están constantemente en un juego de poder, por ejemplo, en el segmento “La libertad de expresión ya es de todos”, que constituye un discurso social que busca someter a juicio a los transgresores que opinan distinto del pensamiento oficial, que cuestionan las normas y leyes, que cuestionan lo que dice el gobierno, que muchas veces solo el presidente entiende; pero que no se pueden trasgredir porque en el sábado próximo serán enjuiciados desde esta posición privilegiada.

 

Desobedecer se torna imposible

 

Frente a estas exhortaciones, en el Juego
de la Muerte, hubo personas que, pese al conflicto de valores, continuaron aplicando las descargas, para saber que pasaba; personas que pese a su conflicto interno se sometieron a la autoridad; pocas personas desafiaron esa autoridad. En las sabatinas nadie puede desafiar la autoridad de la estrella que conduce el programa. En más de una ocasión se ha agredido a personas que han intentado protestar en las sabatinas o que han hecho “malas señas” al convoy presidencial.

 

En el caso de la sabatina podemos recalcar que la información, los juicios de valor, y en si todo lo que se dice ahí son exhortaciones a la obediencia, lo que en la población general tiene un resultado similar: habrá muchas personas que creen en lo que dice el presidente, descalificando otras informaciones ajenas al enlace ciudadano, ellos miran y creen ciegamente en el caballo al que le apostaron, aunque al final despierten con una carrera perdida.

 

También hay un rango de personas que no participan en política y frente a toda la información que reciben prefieren someterse a lo que diga la autoridad. También existen aquellos que no se creen las exhortaciones del presidente y deciden investigar, o al menos dudar de toda la información que se dice en el enlace ciudadano, pero estos son los menos.

 

Debemos tener claro que lo que se busca con los enlaces ciudadanos no es rendir cuentas sobre la gestión presidencial, sino que se busca propagar un modelo de comportamiento y pensamiento, del cual muchos quizás ya lo hayan asimilado, pero me gustaría pensar que todavía existen focos rebeldes de desobediencia que no se traguen el cuento tan fácilmente, y este articulo va direccionado a ello, a plantear la posibilidad de dudar y criticar todo aquello que se nos impone para que sea asimilado, sin pensar ni siquiera una vez.



1  https://www.youtube.com/watch?v=64cuhc3vx5A

2 Entel, Alicia, Dimensión Antropológica, Fundación Universidad a Distancia “Hernandarias”, Buenos Aires, Argentina

3 IBIDEM

4 IBIDEM

5 IBIDEM

6 Para entender el cierre de “Diario Hoy” hay que recurrir a muchos reportajes de este estilo

7 Diario “El HOY”, 2011/07/11 Sabatinas: el monologo más caro, Quito, Ecuador.

8 IBIDEM

9 Entel, Alicia, Dimensión Antropológica, Fundación Universidad a Distancia “Hernandarias”

10 Diario “El HOY”, 2011/07/11 Sabatinas: el monologo más caro, Quito, Ecuador.

11 IBIDEM

12 IBIDEM

13 Castells, Manuel, Comunicación y Poder, Redes de mente y poder

Castells nos explica la cognición política, o el cerebro político está modelada por las emociones, es decir que los discursos racionales argumentados en la política no tienen la misma influencia que los discursos creados desde la emoción.

14 Entel, Alicia, Dimensión Antropológica, Fundación Universidad a Distancia “Hernandarias”

 

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