Naomi Klein |
13/03/2009 |
Naomi Klein Apoya a Acción Ecológica |
Marzo 12, 2009
Doctor Rafael Correa Delgado
Presidente Constitucional de la República
Palacio de Carondelet
Garcia Moreno 1043
Quito, Ecuador
Querido Presidente Correa,
Como usted debe saberlo, el mayo pasado realicé una maravillosa visita a Ecuador durante la cual testifiqué de primera mano muchas de las valientes e innovativas medidas que su gobierno esta tomando para profundizar la democracia nacional y avanzar en la meta de la justicia económica y ambiental. En mi libro The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism, escribo con gran admiración sobre como de muchas maneras usted se ha mantenido firme frente al imperialismo de los EE.UU, desde denunciando la extorsión del Banco Mundial hasta el cierre de la Base de Manta.
Entonces fue con genuina confusión y conmoción que me enteré de la gestión del Ministerio de Salud para cerrar Acción Ecológica retirando su estatus legal. He seguido el trabajo trascendental de Acción Ecológica por años (o diría trabajo de “protección de la tierra”). Cuando estuve en Quito, fue con genuina emoción que conocí en persona a algunas y algunos de los líderes del grupo y estuve muy orgullosa de compartir el escenario con la incomparable Esperanza Martínez en el lanzamiento oficial de la edición ecuatoriana de mi libro.
En mis investigaciones y presentaciones públicas, he sido muy afortunada en viajar ampliamente, reuniéndome con cientos de grupos de activistas alrededor del mundo. No obstante nunca he visto una organización ambientalista como Acción Ecológica. Muy a menudo el movimiento ambientalista es parte de una clase profesional de ONGs, más interesadas en la naturaleza que en la gente. Lo que tanto me impresionó sobre Acción Ecológica fue el hecho de que es tan claramente parte de un genuino movimiento popular, trabajando en directa solidaridad con las comunidades afectadas por la industria extractivista. Está también a la vanguardia absoluta de lo que con seguridad probará ser el más importante movimiento intelectual de nuestro tiempo: aquél buscando proteger los “derechos de la naturaleza” y financiar ese proyecto exigiendo a las naciones ricas y contaminantes pagar nuestra deuda ecológica. En relación a esto, estuve muy emocionada al enterarme recientemente que usted ha firmado un decreto para mantener el petróleo del Yasuní-ITT en el subsuelo (por lo menos por ahora).
Eso es lo que hace que los ataques a Acción Ecológica sean tan desconcertantes. Como usted debe saberlo, en nueve meses, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático tendrá lugar en Copenhague. Esta podría ser la más importante reunión para el futuro de nuestro planeta, una oportunidad para poner de vuelta el calentamiento global en la agenda internacional (después de haber sido desplazada por el desplome financiero) y, más importante, resistir el empujón de los especuladores financieros para tener una “burbuja verde” que reemplace
a la “burbuja de los derivados”
Hay muchos de nosotros que estamos determinados a poner el tema de la “deuda ecológica” en el pleno centro del debate en Copenhague. Ecuador naturalmente debería estar a la vanguardia de este movimiento, este es el porque, en la conducción hacia Copenhague, activistas alrededor del mundo están con la mirada hacia su país en búsqueda de inspiración.
Que lástima es que en lugar de ver lo que yo vi—un gobierno progresista trabajando con movimientos de base y movimientos indígenas para encontrar soluciones que reconcilien la justicia económica con los imperativos ecológicos y los derechos indígenas— estos activistas están viendo en su lugar algo muy familiar: un estado aparentemente usando su poder para debilitar el disentimiento. En este tiempo crucial, necesitamos a Acción Ecológica más que nunca, y necesitamos que esté tan fuerte y tan estable cuanto sea posible.
Sr. Presidente, estoy totalmente consciente en lo difícil que es para una persona ajena entender las complejas fuerzas internas dando forma a las acciones en otro país. Yo puedo muy bien haber mal representado las intenciones de su gobierno, y si es así, estoy genuinamente apenada. Aún así, pensé que usted desearía saber el como esta acción es percibida por muchos fuera de Ecuador que están ansiosos por trabajar con usted en la carrera hacia Copenhague.
Con Mucho Respeto
Naomi Klein