Es diciembre el último mes del año, y las familias se reúnen para compartir con sus seres amados. El ambiente de amor, paz y ternura envuelve al mundo. Todo parece estar bien, la mayoría de la gente perdona y busca el perdón. Pero ¿qué pasa cuando recordamos la realidad, el contexto social, la injusticia, el olvido y el abandono a las familias de las víctimas de violaciones a los derechos humanos?
La campaña sobre el caso Byron Guatatuca quiere visibilizar una realidad, en la que no todas las familias están completas y no todas pueden seguir adelante. No, al menos, cuando se arrebata la vida de un ser querido, debido a la violencia estatal. No cuando se cierran las puertas de la justicia y se ignoran las voces de quienes buscan respuestas.
Byron Holger Guatatuca Vargas, kichwa amazónico, de 42 años de edad, vivía en la Comuna de San Jacinto del Pindo, ubicada en la ciudad de Puyo, provincia de Pastaza. Toda su vida se dedicó a la serrería y el 21 de junio del año 2022, salió junto a su familia y su comunidad a las manifestaciones. Ese mismo día falleció a consecuencia del impacto de una bomba lacrimógena a la altura del rostro lanzada por la Policía Nacional.
Debido a las circunstancias de su muerte, la defensa técnica de Byron Guatatuca y su familia alega que es un delito de ejecución extrajudicial; el cual lleva más de un año presenciando la injusticia, la negligencia y el abandono del Estado ecuatoriano.
Este delito puede evidenciarse en casos donde se tortura o maltrata a una persona durante su detención, provocándole la muerte; así como, el uso excesivo de la fuerza en manifestaciones públicas, muertes por negligencia y falta de responsabilidad estatal.
La noche del 21 de junio de 2022, la vida de Byron Guatatuca fue apagada por manos de miembros de la Policía Nacional y agentes de la unidad de Mantenimiento del Orden (UMO). Su caso ha sido ignorado por el gobierno y sus representantes.
Y a pesar de las acciones públicas presentadas, el Estado y sus representantes hacen caso omiso, se protegen entre sí, se cuidan las espaldas. Existe una quietud que impacienta y genera impotencia. Una situación que se siente aún más en esta época de festividades, pues se trata del último mes del año, el cual está lleno de emociones y significados.
Una época que para la familia de Byron Guatatuca, así como para otras familias que han sido víctimas de la injusticia y arbitrariedad del Estado no puede representar la paz ni el amor.