En Ecuador 1753 personas se encuentran desaparecidas actualmente, siendo Guayas y Pichincha las provincias con más incidencia y desde enero 2019 a agosto de 2020, existen 544 personas adultas mayores desaparecidas, de las cuales 117 personas aún no se sabe su paradero. Esto ha provocado que alrededor del 80% de la población de los familiares de personas desaparecidas tengan graves afectaciones emocionales.
Estos datos sobre esta problemática se los puede encontrar dentro de los dos libros – ‘Construyendo Resiliencia’ y ‘Edad dorada, edad olvidada’ -, presentados por la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) el pasado 27 de mayo de 2021 en el cine Ochoymedio.
El evento inició a las 16:00 con la presentación de la primera investigación ‘Edad dorada, edad olvidada’, elaborada por Evelyn Calvopiña, Ingrid García, Valeria Larzo y Miguel Ángel Pérez. En este libro se reconoce la importancia y prioridad de la búsqueda de personas adultas mayores desaparecidas y el tratamiento que familiares han recibido desde diferentes instituciones durante este proceso y visibiliza sus derechos reflejados en la normativa internacional y nacional que ampara a esta población, conjuntamente con la lucha y las voces de los familiares de las personas adultas desaparecidas, quienes a diario se enfrentan a la estigmatización.
Así lo evidenció Isabel Cabrera, hija de Leonor Ramírez desaparecida en 2011, quien habló sobre la importancia de nuestros adultos mayores, la vulneración de sus derechos y el dolor que conlleva una pérdida.
Mayra Caiza, periodista e investigadora, tras citar los resultados de la investigación, calificó a la obra como una guía de mecanismos necesarios para exigir respuestas al Estado ecuatoriano, responsable de las desapariciones por acción u omisión.
En sus 144 páginas se puede observar desde un análisis de la normativa nacional e internacional, los testimonios de los familiares, la información de instituciones competentes y la compilación de buenas prácticas en referencia a las desapariciones. Asimismo, Evelyn Calvopiña, una de las autoras del libro, recalcó la importancia de que los gobiernos puedan realizar políticas o leyes que garanticen la búsqueda efectiva de las personas desaparecidas.
Acto seguido, Ana Cristina Ruiz, Lilia Acosta y Beatriz Villarreal, invitadas del evento presentaron el segundo libro ‘Construyendo Resiliencia’, el cual tiene como objetivo evidenciar las formas de apoyo psicosocial como los grupos de ayuda mutua para afrontar diferentes situaciones adversas, ya que en uno de los hallazgos de esta investigación se conoció que el 80% de la población de los familiares tienen graves afectaciones emocionales.
Ana Cristina Ruiz, docente universitaria, comentó que el libro nos muestra la validez de las redes de apoyo y cómo a través de un grupo de ayuda se pueden disipar las dudas y conseguir respuestas, lo que permite abrir los caminos de esperanza a los familiares y amigos de los desaparecidos. Recalcó que este es un aporte importante para saber trabajar e impulsar espacios para conocimientos de esta temática.
En ese sentido, Lilia Acosta, madre de Joshua Salinas desaparecido en 2019, contó desde su vivencia todos los obstáculos a los que se ha enfrentado desde la desaparición de su hijo, los difíciles procesos que afrontó para su búsqueda, el apoyo de parte de los grupos de autoayuda, quienes escuchan sin juzgar e impulsan a seguir luchando.
“Los familiares de las personas desaparecidas, son víctimas indirectas que afrontan este dolor y han sido quebrantadas emocionalmente, estas personas jamás tuvieron atención psicológica ni de parte del Estado ni de otra organización”, resaltó Beatriz Villareal, una de las autoras del libro y parte del equipo de Inredh.
La problemática de la desaparición de personas en el país es un tema silenciado por la sociedad y el Estado, quienes demuestran poca o nula participación e interés en el tema, debido a esto los familiares de las personas desaparecidas experimentan sentimientos de soledad, abandono y falta de apoyo.
Es importante tener espacios para sanar, crear estos grupos de autoayuda formados por las personas que han padecido de las mismas situaciones, para así dar fuerzas los unos a los otros, concluyó Johanna García, otra de las autoras.
Inredh presentó dos nuevas investigaciones sobre las desapariciones de personas adultas mayores y las formas de autoayuda para familiares
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