Hoy 28 de abril del año 2023, a falta de un día para que se cumplan 12 años de la desaparición de mi querida madre Leonor María Ramírez, quien se encuentra desaparecida desde el 29 de abril del año 2011, cuando salió de su casa ubicada en el centro sur de la cuidad de Quito, en la Avenida 5 de junio y Antonio Tejada; el caso continúa en investigación previa.
Mi madre es una mujer adulta mayor, actualmente tiene 85 años y de acuerdo a la Constitución pertenece a un grupo de atención prioritaria, como se indica en el artículo 35.
Durante estos años he vivido los obstáculos para acceder a la justicia como: los cambios frecuentes de fiscales, agentes investigadores, lo cual afecta a una búsqueda efectiva en los casos de personas desaparecidas. El caso de mi madre ha sido revisado por 8 señores fiscales, 7 agentes de la Dinased y sin embargo, continúo sin una respuesta concreta a la pregunta ¿dónde está mi madre Leonor Ramírez?
¿Cuál es la hipótesis que tiene Fiscalía acerca de la desaparición de mi madre? Han tenido 12 años para generar un argumento que permita realizar una investigación más clara sobre lo que pasó con mi madre, una hipótesis que nos permita saber dónde buscarla, pero no existe esa claridad. Existieron avisos de personas que han visto a mi madre en algunos sitios, pero ¿qué realizaron realmente los agentes del caso con esa información? ¿Cuánto han avanzado para darme una respuesta después de 12 años? Todo esto demuestra la ineficiencia en la investigación.
A pesar que han pasado muchos años, meses, semanas, días y horas, aquí nos encontramos varios familiares que sufrimos el mismo dolor de no encontrar a nuestros seres queridos. Estamos frente a un Estado que tiene los oídos sordos, ojos ciegos frente a una realidad que nos afecta, no a unas pocas personas, ni siquiera centenares, sino a miles de familias que diariamente vivimos el drama y la incertidumbre de no saber qué ocurrió con nuestro ser querido.
Por ello sentimos la necesidad de unirnos frente a unos fiscales que amontonan papeles y expedientes pero no investigan, no dan la debida importancia a nuestros casos, sobre todo si se trata de gente humilde. Existe una justicia indolente que no cumple con su misión y una burocracia indiferente a nuestro dolor.
Tomamos conciencia que la tarea de búsqueda de nuestros padres, hijos, hermanos, parientes y amigos no es solamente nuestra responsabilidad, ni un regalo del gobierno de turno sino un derecho consagrado en la Constitución y las leyes del país, una obligación del Estado, una necesidad ética y moral de la sociedad en su conjunto.
Es así como nos hemos juntado varias familias de Quito, y de más provincias para seguir emprendiendo múltiples acciones de visibilización. Sobre esta problemática social, se sigue realizando decenas de plantones, marchas, ruedas de prensa, eventos culturales, sociales y artísticos. Se han enviado cartas y peticiones a los diferentes organismos del Estado que están a cargo de velar por la seguridad y justicia.
Debido a la gran inseguridad que vive nuestro país se incrementan día a día las desapariciones, homicidios, femicidios y otros delitos relacionados. Todo esto debido a la falta de acciones eficientes que erradiquen el crimen organizado, el narcotráfico y más. Pero pese a todos estos obstáculos nada ni nadie podrá quebrantar nuestra voluntad para continuar reclamando nuestros derechos de visibilizar y sensibilizar ante la sociedad ecuatoriana toda esta problemática que vivimos hoy en día.
Por todo ello quiero expresar mi agradecimiento a las compañeras y compañeros de ASFADEC, a todas las personas aquí presentes, compañeros de lucha como INREDH, jóvenes pasantes de comunicación y del área jurídica, compañeros de COVIDEFEM y todas y todos quienes se suman a esta lucha incansable.
Por ti mamita Leonor Ramírez, ¡seguiremos exigiendo verdad, justicia, memoria, reparación y no repetición!