Luis Ángel Saavedra – coordinador Inredh |
26/12/2017 |
¿Qué pasa en la cárcel de Turi? |
No pasó una hora para que José Nero, que llegó a la cárcel de Turi, en Cuenca, a las cinco y media de la mañana del pasado jueves 21 de diciembre, fuese encontrado muerto a las seis y quince de la misma mañana.
La muerte de José Nero pudo haber pasado desapercibida si no fuese uno de los tres sospechosos del cruel asesinato de Emilia, una niña lojana de nueve años, cuyo cuerpo quiso ser desaparecido cercenándolo e incinerándolo.
Nero fue encerrado en una celda junto a los otros dos sospechosos de este crimen que casualmente se durmieron mientras él se suicidaba colgándose de la litera con su propia camisa. ¿Se suicidó o lo suicidaron?
La primera versión de las autoridades, dada por la propia ministra de Justicia, Roxana Alvarado, tiene algunas incongruencias: 1. La tela de una camisa es demasiado débil, ancha y muy corta como para que pueda servir de torniquete y ahorcarse. Para lograr este objetivo, debió necesitar ayuda. 2. La litera de la cárcel es muy baja para que el suicida pueda lanzarse y tensar suficientemente la cuerda (la camisa en este caso) para lograr su cometido. 3. Cuando hay un ahorcamiento, sea suicidio o ejecución, el condenado patalea con gran estrépito. En este caso Nero se ahorcó tan suavecito que no despertó a sus compañeros con el estrépito de su agonía. 4. No es el primer caso de este extraño tipo de muerte por asfixia en Turi.
Entonces, ¿qué pasó?
La cárcel de Turi en la palestra pública
La cárcel de Turi saltó a la fama en mayo del 2016 cuando los internos del pabellón de mediana seguridad fueron torturados por miembros de la Policía Nacional. Este acto no habría sido procesado en los tribunales de justicia si es que no se filtraban varios videos de las cámaras de seguridad de esta cárcel en las que se observa como los policías agreden a los internos cuando están sometidos en el piso y los obligan a desnudarse para propinarles golpes, e incluso descargas eléctricas. 42 policías han sido llamados a juicio por estos hechos, tras una serie de acciones judiciales frustradas y boicoteadas.
Luego de esto, un nuevo video saltó a la luz pública para evidenciar la violencia en la que viven los reclusos de esta cárcel. Esta vez, el video filtrado mostraba a un grupo de internos apuñalando a un compañero suyo. En este video se puede apreciar como permanecen abiertas las puertas de los pabellones, lo que facilita la acción del grupo asesino. En julio de 2017 nuevamente se da a conocer que un joven, al que solo le faltaba seis meses para salir de prisión, recibió 7 puñaladas.
En agosto de este año, los policías o familiares de los policías involucrados en los actos del 31 de mayo de 2016, mostraron en las redes sociales un parte policial y varias fotos de policías heridos, pues al parecer en un nuevo operativo de requisa similar al de mayo de 2016 se encontraron con que los reclusos estaban preparados para recibirlos y portaban toda clase de armas corto punzantes. Esta vez las víctimas fueron los policías, quienes se quejaron de la complicidad de los funcionarios penitenciarios que se hacen de la vista gorda frente a la violencia carcelaria, el tráfico de drogas y la extorsión. “Se debe tomar en consideración mi Tncl. que el personal de Agentes de Seguridad Penitenciaria
(ASP) no cumple con su función encomendada en vista de que algunas celdas no se habían encontrado con sus seguridades respectivas (candados), motivo por el cual los PACLS procedieron a salir poniendo en riesgo la integridad del personal policial que nos encontrábamos dando cumplimiento al operativo de control”, reporta el Teniente Edgar Portilla, Oficial Encargado del Segundo Grupo CRS-TURI, en el parte policial que da cuenta de estos eventos
A lo largo del año en INREDH hemos recibido denuncias de tortura, tratos crueles, extorsión, ausencia de atención médica en emergencias, falta de alimentos o alimentos podridos que se dan a los detenidos. Se nos ha hecho llegar fotografías, mensajes de texto, correos electrónicos o mensajes escritos en papel con frases desesperadas, como el siguiente: “… de manera especial solicito se envié este informe hacia el INRETH para que ellos publiquen y llegue al oído de la ministra ya que a diario vivimos maltratos como estos pero lamentablemente no son informados, adjunto envió la versión que hace el compañero de un maltrato físico y psicológico que suscito el día de ayer lunes 27 de Noviembre-2017 aquí en el pabellón donde yo estoy, gracias”. El texto adjunto, escrito a mano, detalla el trato recibido por un preso que se quejó del mal estado de la comida y la urgencia médica que ello provocó: “… para poder salir a emergencia tenemos que insistir por muchas ocasiones a los ASP para que nos saquen al policlínico. Esta situación me indignó mucho por esa forma le reproché a la ASP que se encontraba en la garita. Siendo las 7. 30 Pm ingresaron las guardias de la ASP a la celda 15 a agredirme verbalmente y físicamente, incluso torturarme con corriente y gas”. La nota detalla a continuación, con nombre y apellido, lo que cada guardia penitenciario le hizo.
Los tratos crueles propiciados por bandas de internos, protegidos por las autoridades penitenciarias, a quienes no se dejaban extorsionar o a quienes deseaban denunciar la situación que se vive al interior de la cárcel de Turi pronto se convirtió en un secreto a voces, incluyendo la pregunta sobre la clase de protección especial que tenía el director de esta cárcel para mantenerse en el puesto a pesar de las múltiples denuncias que se daban en su contra.
En septiembre de este año, la Fiscalía dio a conocer sobre esta red de extorsión y acusó a 16 personas, pero esto no bastó para desarticular a esta red, pues prosigue con sus prácticas a través de nuevos integrantes.
Turi se ha convertido en el ejemplo del fracaso de la tan cacareada reforma penitencia de la que se fanfarronean los actuales y los anteriores funcionarios gubernamentales.
El voto de silencio
Cada vez que pasa algo en Turi y el escándalo se filtra a los medios de comunicación, las autoridades intentan salir al paso asegurando que se realizarán todas las investigaciones pertinentes y se sancionarán a los responsables. Pasado el escándalo vuelven a su voto de silencio y ahí pasan en letargo hasta que un nuevo escándalo los sobresalta.
¿Dónde está la Defensoría del Pueblo? Al inicio de su gestión, Ramiro Rivadeneira asumió con bombos y platillos la conducción del “Mecanismo de Prevención de la Tortura” “Los mecanismos de prevención de la tortura son creados a partir del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura, con la finalidad de implementar un sistema de visitas para prevenir las violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de libertad. La finalidad de las visitas se encuentra en identificar los factores de riesgo que pueden dar lugar al cometimiento de tortura, así como proponer recomendaciones para mejorar las condiciones de privación de libertad”, dice la página web de esta instancia. ¿Y?
El voto de silencio permanece en la DPE aún cuando el régimen correísta ha finalizado y está por pasar a la historia con una pésima calificación. ¿O es que acaso el voto de silencio tiene vigencia aún en el presente gobierno?
Lo que pasa en Turi debe ser denunciado por la DPE y su mecanismo de prevención de la tortura, y debe ser denunciado precisamente como una forma de prevención, para que no haya nuevas víctimas en uno y otro bando.
Es evidente que el voto de silencio de las demás autoridades que tienen responsabilidad sobre el sistema penitenciario es un acto de solidaridad con el anterior régimen, pues en él se afanaban de la nueva política penitenciaria, que lo único que hizo fue cambiar la estructura física; esperemos que no se lo haya hecho por las coimas que parece haber imperado en cada proyecto gubernamental de Rafael Correa.
La responsabilidad de la muerte de José Nero es del Estado y sus funcionarios, pues cuando una persona es detenida, su protección pasa a ser responsabilidad del Estado; así como es responsabilidad del Estado el esclarecer el asesinato de Emilia, para lo cual debió tomar todas las medidas necesarias para garantizar la investigación, y una de esas medidas era precisamente la protección de la vida de Nero, aislando a los sospechosos del crimen de Emilia, más aún si se estaba investigando un delito de trata de personas y pornografía infantil.
Los asesinatos, la tortura, la extorsión y todos los delitos que puedan ser cometidos al interior de un centro penitenciario no solo es responsabilidad de los autores materiales, sean estos detenidos, guardias penitenciarios o policías, sino que es responsabilidad de las autoridades estatales que no asumen ni implementan una verdadera política de seguridad penitenciaria. Los asesinos de Nero y Emilia, y hay que decirlo con énfasis, los asesinos de Nero y Emilia ahora podrán manejar mejor su defensa, pues al testigo principal lo “dieron suicidando”, como sugirió el presidente Lenín Moreno al pedir que se investigue lo sucedido. Pero el escándalo ya pasará y volveremos al eterno letargo y, entre los funcionarios actuales, al voto de silencio que ha primado en los últimos diez años, y en los siete nuevos meses.