La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) y la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos expresamos nuestra preocupación ante la decisión del juez de sobreseer a los dos militares procesados por la muerte del defensor shuar, Fredi Taish, que supone una clara intención de desligar a las Fuerzas Armadas y su responsabilidad dentro de este proceso penal.
Rechazamos esta decisión ya que no toma en cuenta las indicios recabados en la investigación de la causa y las cuales fueron aportadas por Fiscalía en su formulación de cargos en contra de los militares Marco Antonio C. y Juan Daniel L., lo cual los vincularía en la muerte del joven shuar, ocurrida el 7 de noviembre de 2013, durante un operativo militar realizado por el Ejército ecuatoriano junto a la Agencia de Regulación y Control de Minas (Arcom), en la isla Tutus, en la comunidad Shiram Entza, cantón Gualaquiza, al sur de la Amazonía ecuatoriana.
El ataque directo que cobró la vida de Freddy Taish se realizó mientras él y su familia se encontraban pescando en la Isla Tutus, e intentaban escapar de las bombas lacrimógenas y disparos. Según indicó la comunidad, Freddy Taish se encontró con un militar que le disparó en la cabeza. Hasta la fecha el caso sigue en la impunidad.
Asimismo, consideramos que esta resolución responde a la institucionalización de la impunidad en la fuerza pública, que blinda las actuaciones arbitrarias y desproporcionadas, en este caso, del Ejército ecuatoriano. La investigación por el asesinato de Fredi Taish, no se ha cumplido con debida diligencia que permita determinar las responsabilidades, y consecuentemente, judicializar a las personas responsables y procurar la reparación integral a la familia y a la comunidad de Fredi.
A pesar de estos vicios procesales, se ha sobreseído a los implicados, lo cual promueve la impunidad de los agentes estatales, de modo que no se garantiza el derecho a la verdad y justicia en el caso de la muerte de Taish. Por lo tanto, existe una clara intención de no responsabilizar a las personas implicadas en la muerte de Fredi en su calidad de miembros del Ejército ecuatoriano.
Recordamos a la justicia ecuatoriana que es imperativo que los operadores de justicia eviten fallos que generen impunidad en graves violaciones de derechos humanos cuyos involucrados son miembros de la fuerza pública. En este caso, debieron evaluar de manera técnica e imparcial los argumentos que dan cuenta de la arbitrariedad de la acción militar.
Para la familia de Fredi Taish, su pérdida es un hecho irreparable, en particular para Susana Ankuash y sus hijos Fredi y Kelly, que al momento de la tragedia, tenían 1 año y menos de 15 días de nacida y ahora tienen 10 y 9 años. Enma Taish, madre de Susana Ankuash, menciona que cada audiencia es dolorosa porque es recordar la muerte injusta de Fredi, sin embargo, alberga la esperanza de que la investigación avance, pues Susana, su hija y viuda de Fredi, hace todo lo posible por mantener a sus hijos, “pero no le alcanza ya que tiene una discapacidad visual del 70 % y el trabajo en el campo se vuelve complicado”.
Este caso está vinculado a otro proceso penal que acusa a Jhonny Q., uno de los testigos clave de la muerte de Fredi Taish, de actos de terrorismo y supuesta responsabilidad de la muerte del joven shuar. Como organizaciones de derechos humanos consideramos que esta acusación por terrorismo con resultado de muerte oculta un fin político de criminalización, que distrae de las consecuencias que la minería tiene en estas comunidades.
Nos mantenemos alerta para que se garantice transparencia, imparcialidad y cumplimiento pleno de la ley en este caso, para que la verdad y la justicia prevalezcan. La familia de Fredi ha exigido respuestas durante más de 10 años, y es importante que la comunidad internacional, las organizaciones defensoras de los derechos humanos y la sociedad en general estén alertas para evitar la impunidad y garantizar que este caso marque un precedente de no repetición.
Las violaciones de derechos humanos y la impunidad las pagamos todas y todos los ecuatorianos.