Comunicación Inredh |
24/10/2017 |
Juez sobreseyó a dos policías procesados por el delito de tortura en Quito |
Juez Giovanny Freire instaló la audiencia preparatoria y de evaluación por el delito de tortura, a las 16:00, en Quito.
El Juez de la Unidad Penal Giovanny Freire sobreseyó ayer, 23 de octubre de 2017, a los policías David A. Y Freddy F. Procesados por el delito de tortura cometido en contra del ex estudiante del Colegio Mejía, Ángelo Ayol, el pasado 17 de septiembre de 2014, en la ciudad de Quito.
En 40 minutos, el magistrado leyó la fundamentación de la resolución en la sala 105, del Complejo Judicial Norte. En su lectura señaló que se probó la materialidad del delito, es decir, que el joven Ayol fue víctima de tortura por miembros de la Policía Nacional que lo arrestaron, golpearon y torturaron la noche del 17 de septiembre. Sin embargo, señaló que no existe el nexo causal entre el delito y los responsables, pues no se probó la responsabilidad de los dos policías procesados. Frente a ello, dictaminó sobreseimiento para los agentes del Estado. También en su resolución, el juez cuestionó que Fiscalía no hay vinculado a otros miembros de la Policía que participaron en el operativo donde fue detenido Ayol.
Para Alicia Barros, madre del joven, está resolución es injusta y deja en la impunidad el caso. Además, asegura que continuará con el proceso. “Que podemos esperar de esta justicia con tantas falencias –dijo Barros- superando con doble fuerza este golpe continuaremos hasta que se haga justicia y se acabe la tortura en nuestro país”.
Según Harold Burbano, asesor legal de Inredh, el juez en su resolución no tomó en cuenta ningún estándar nacional o internacional relativo al delito de tortura. «Más allá de nombre la Convención contra la Tortura, el magistrado no realizó ningún análisis exhaustivo sobre la aplicación de sus disposiciones en el caso de Ángelo», aclaró.
Por otro lado, también cuestionó la falta de referencias en la resolución en relación a la acusación realizada por Fiscalía y por la víctima sobre el cometimiento de Tortura por omisión, por parte de uno de los acusados. «La justicia ecuatoriana, aún es inmadura para el tratamiento de los casos de graves violaciones de derechos humanos –dijo Burbano – claros ejemplos son la escasa judicialización de los casos de la Comisión de la verdad o dictámenes más recientes como los de Ayol o Turi».