El 17 de julio de 2019 se convirtió en una fecha importante para la familia de Juliana Campoverde Rodríguez y para todos los familiares de personas desaparecidas. La razón: por primera vez, en un caso de desaparición se sentenció al procesado únicamente con prueba indiciaria.
Esto quiere decir, que las pruebas presentadas por la Fiscalía General del Estado como por la acusación particular consisten en indicios tanto técnicos – peritajes – como testimonios de familiares y amigos de Juliana; con los cuales se confirmó que Jonathan Carrillo fue la última persona que vio con vida a la joven desaparecida el 7 de julio de 2012, para luego secuestrarla y abandonar su cuerpo en una quebrada.
Tras la sentencia emitida con votación unánime, en la cual el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha declaró culpable a Jonathan Carrillo Sánchez y lo sentenció a 25 años de prisión por el delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte de Juliana Campoverde, analizaremos los hallazgos y contradicciones que se dieron en todo el proceso de investigación y luego, en el de formulación de cargos y sentencia. Y, además, el precedente que implica esta sentencia dentro de la judicialización de casos de personas desaparecidas mediante pruebas indiciarias.
Panelistas:
Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde y vicepresidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en el Ecuador (Asfadec)
Estefany Alvear, Abogada por la Universidad Central del Ecuador y Especialista en Técnicas de Litigación en Juicio por la Universidad Internacional de La Rioja