El Tribunal de la Corte Provincial de Pichincha conformado por la jueza Inés Romero Estévez, Diana Fernández León y María Guerra Guerra instalará este jueves, 27 de febrero de 2020, a las 8:30, la audiencia de apelación en contra de Jonathan Carrillo, pastor evangélico de la Iglesia Oasis de Esperanza sentenciado por el delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte de la joven de 18 años, Juliana Campoverde, que fue desaparecida el pasado 7 de julio de 2012, en el sector de la Biloxi, en el sur de Quito.
La audiencia se instalará en la sala 12, piso 4, del edificio de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, ubicada en la calle Juan Severino, entre Diego de Almagro y 6 de Diciembre, frente a la Plaza Argentina, norte de Quito.
Esta audiencia se instalará luego de que las dos partes procesales apelarán la sentencia de primera instancia emitida por el Tribunal de Garantías Penales presidida por la jueza Sara Costales, que condenó a 25 años de prisión a Jonathan y dictó las siguientes medidas de reparación:
– Oficie a la Secretaría Nacional de Planificación y a la Secretaría de la Presidencia de la República la creación de un Registro de Pastores, Pastoras, Líderes Religiosos, Ministros y Ministras de Cultos.
– El retiro inmediato del nombre “Iglesia Oasis de Esperanza” de esa comunidad y deja prohibido el uso de este nombre para iglesias de esta denominación.
– Que a la Fiscalía General del Estado y a la Policía Nacional del Ecuador se les imparta talleres y cursos en Género y Derechos Humanos.
– Y como medida de reparación material se dispuso el monto de 100 mil dólares para los padres.
La defensa de Jonathan Carrillo argumentó su apelación afirmando que la acusación particular, junto con la carga probatoria presentada por Fiscalía no es suficiente para demostrar su culpabilidad, es decir, que quebranta el principio de presunción de inocencia de Jonathan. «La Fiscalía no podrá comprobar que hubo un secuestro extorsivo y que existió un resultado de muerte, porque no se podrá probar la materialidad, peor aún la responsabilidad de Carrillo», precisó el abogado del pastor.
Esta apelación se da pese, a que en el proceso de investigación el pastor confesó que Juliana murió en sus manos y arrojó su cuerpo en la quebrada Bellavista, en el nororiente de Quito.
Por su parte, Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana, apeló la sentencia parcialmente, si bien se encuentra de acuerdo con la resolución, ella precisa que es fundamental ampliar las medidas de reparación y continuar con la búsqueda del cuerpo de su hija Juliana, el cierre definitivo de la Iglesia Oasis de Esperanza y que se investigue y sancione a las y los funcionarios públicos que conocieron el caso de Juliana Campoverde.
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