Tras cuatro días de audiencia, la jueza del Tribunal de Garantías Penales de Pichincha, Sara Costales, suspendió la audiencia de juzgamiento por el delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte de Juliana Campoverde. La razón: debido a la petición de Paúl Ocaña, abogado de Jonathan C., procesado por la desaparición de Juliana Campoverde, que informó la ausencia de dos de los ocho testigos anunciados.
Ocaña, dijo que la presencia de los dos testigos faltantes es fundamental para su defensa por lo cual solicitó la suspensión de la audiencia. Esto tras presentar dos testigos de honorabilidad a favor de Jonathan C.
Este 17 de julio de 2019, a las 08:00, se reinstalará la audiencia para concluir la prueba de la defensa de Jonathan C. y para escuchar los alegatos de finales de la partes, dijo la jueza del Tribunal de Garantías Penales de Pichincha.
Para Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana, “la defensa de Jonathan C. hace lo que quiera, llama a 400 testigos y presenta solo a dos testigos supuestamente de honorabilidad en la audiencia”.
Además, precisa “nosotros estamos convencidos que con las pruebas presentadas por Fiscalía, se tiene todas las pericias técnicas, testimonios y pruebas documentales que le dan la responsabilidad a Jonathan C. por lo cual solicitó al Tribunal que tomen en cuenta todas estas pericias”. “Son siete años de la inoperancia del Estado, siete años de burlarse del dolor y de la justicia. Son siete años de negligencia de los 10 fiscales anteriores, que pese al informe del perito Ítalo Rojas que determinaba que Juliana fue víctima de acto criminal, los fiscales no actuaron”.
Mientras se realizaba la audiencia, en el segundo piso, de la sala 208, del Complejo Judicial Norte, amigos y familiares de Juliana se concentraron en los exteriores de esta entidad para exigir justicia. Con tambores y consignas, los miembros de Retumba la Prole y el Bloque Proletario, gritaban: “¡Dónde está, dónde está, la queremos encontrar, la venimos a buscar, basta ya, paren ya, que nos dejen de engañar»!
Fiscalía y acusación particular concluyeron la prestación de pruebas
El perito informático, José Vásquez, afirmó, mediante videollamada, que el correo de Hotmail de Juliana Campoverde se abrió, el 7 de julio de 2012, desde la dirección IP de la computadora de Jonathan C. Éste fue el último testigo que presentó la Fiscalía General del Estado.
Esta audiencia de juzgamiento que inició el 2 de julio, se reinstaló ayer en su tercer día, a las 15:00, en la sala 208 del Complejo Judicial Norte, en la cual, Fiscalía presentó 25 pruebas documentales.
Y después de su respectivo sustento por parte de la fiscal Mayra Soria y objeciones emitidas por la defensa del procesado, el Tribunal decidió admitir 20 de las 25 pruebas documentales presentadas. Entre ellas, documentos que avalan la inexistencia legal de la iglesia Oasis de Esperanza, certificados de Instituciones Públicas como el Ministerio de Salud, Educación, Trabajo, Consejo Nacional Electoral que ratifican la desaparición de la joven al precisar que no ha hecho uso de estos derechos y extracciones de conversaciones entre Juliana Campoverde y Juan Solano (perfil falso de Facebook creado por Jonathan C.).
Por su parte, Pamela Chiriboga y Gabriela Flores, las abogadas de la acusación particular interpuesta por Elizabeth Rodríguez, presentaron dos testigos y tres pruebas documentales. Ronny Campoverde, hermano de Juliana, fue la primera persona en testificar. Él aseguró que su hermana era manipulada por miembros de la iglesia evangélica a la que asistía. Recordó que cuando se enteraron que su hermana tenía un nuevo novio a escondidas de ellos, “la castigaron sacándola de la alabanza y del coro”.
Otro dato importante que revela Ronny, es que el lunes 9 de julio de 2012, cuando intentó ingresar a la cuenta de Facebook de su hermana con la contraseña guardada en su computadora ya no pudo. Alguien había cambiado la contraseña. Esto, después de que se publicara un estado en la cuenta de Juliana donde ella agradecía la preocupación y pedía que respeten su decisión.
Finalizó su intervención exigiendo justicia y verdad para Juliana. Con su voz quebrada repetía: “Juliana nunca le hizo daño a nadie, no es justo que no digan la verdad. Queremos saber qué pasó con Juliana, queremos vivir en paz”.
Para el segundo testigo, el perito Leonidas Iza, los dos CD’s de las cámaras de vigilancia del Instituto de la Meritocracia del 7 de julio de 2012 presentan inconsistencias que no permiten verificar su autenticidad.