El día de ayer, jueves 5 de noviembre de 2020, el ex presidente de la República, Lucio Gutiérrez acudió por primera vez a rendir su versión libre y voluntaria dentro del proceso de investigación del delito de ejecución extrajudicial del fotoperiodista Julio García; sin embargo, la Fiscalía suspendió la versión, debido a un nuevo cambio de fiscal en el caso.
En la mañana de ayer, tanto la defensa del ex mandatario como la de la familia de Julio García, al asistir a la diligencia, se enteraron del reciente cambio de fiscal. “No hubo notificación del cambio de fiscal, lo cual es básico para continuar con las diligencias en la investigación, tampoco hubo notificación de la suspensión o reprogramación de la toma de versión solicitada por la anterior fiscal”, señaló Pamela Chiriboga, asesora legal de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh).
Sin embargo, explica la abogada, hablaron con el nuevo fiscal Oscar Burgo, quien señaló que al no tener conocimiento del expediente del caso no sería pertinente tomar la versión. Aseguró que notificará a las partes para conocer la reprogramación del sexto llamado a comparecencia del ex presidente Gutiérrez.
Gutiérrez ha sido llamado por la Fiscalía cinco veces para emitir su versión sobre los hechos sobre los hechos ocurridos el 19 de abril de 2005, cuando el fotoperiodista falleció asfixiado por las bombas lacrimógenas lanzadas durante las protestas en contra de su gobierno.
Para Chiriboga, asesora legal de Inredh, este cambio de fiscal, función que antes ejercía Marina Vargas, conlleva un retroceso en la investigación, ya que el siguiente fiscal no tiene el conocimiento de las diligencias, línea de investigación o las diligencias que tenía el anterior fiscal. “La falta de comunicación entre Fiscalías y rotación constante de fiscales en las causas, da cuenta del problema estructural que existe dentro del sistema de justicia que al final no permite que las familias de las víctimas logren justicia”, sostiene la abogada.
Los hechos
La noche del 19 de abril de 2005, Julio García, fotógrafo chileno, realizaba la cobertura de las protestas sociales, en el centro histórico de Quito, cuando los marchantes fueron reprimidos por la Policía Nacional que utilizó gran cantidad de bombas lacrimógenas, las cuales produjeron ataques masivos de asfixia en varones, mujeres y niños.
En el informe de la Comisión de la Verdad, consta: “Julio García se sofocaba por efecto de los gases lacrimógenos. En medio de la marcha vio a unos niños ahogándose por la misma causa en la calle Chile, entre Guayaquil y Flores, e insultó a los policías por la represión y éstos, en vez de moderarla, lanzaron más bombas. Mientras asistía a los niños, continuó tomando fotografías. Llegó un momento en que no aguantó más, cayó asfixiado y murió”.
El personal de la Cruz Roja lo atendió y lo trasladó al hospital Eugenio Espejo, pero no sobrevivió. Murió por un paro cardiorrespiratorio. El informe de autopsia confirmó que Julio murió a causa de un edema pulmonar agudo provocado por insuficiencia respiratoria.
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