A solicitud del Ministerio del Interior se difiere la audiencia de Acción de Protección prevista para este lunes 14 de abril en la Unidad Judicial Penal con Competencia en Infracciones Flagrantes, donde Miguel P. y Jafet G., (dos defensores de derechos humanos) buscarían levantar un proceso judicial contra la Policía Nacional por su detención ilegal y arbitraria durante una movilización ocurrida en noviembre de 2024.
El Ministerio del Interior requirió el diferimiento de la audiencia bajo la justificación de haber sido notificado antes con otra audiencia para la misma fecha y hora además, incitaron a que se agende una nueva fecha tomando en cuenta un tiempo prudencial para la preparación de su defensa.
La nueva fecha para la instalación de la audiencia será el 22 de abril a las 8h30 en la misma unidad judicial.
Los dos defensores y el equipo de Inredh, organización que acompaña el caso, se mantienen alerta y expectantes de que no se vuelva a postergar la audiencia, pues dilatar el proceso genera un escenario de incertidumbre, lo cual repercute en el estado anímico de los defensores y debilita la búsqueda de justicia.
Contexto
El 21 de noviembre del 2024, se llevó a cabo en la ciudad de Quito una manifestación convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), a la cual se unieron diversas organizaciones sociales en rechazo a las políticas del presidente Daniel Noboa.
En la avenida 10 de agosto a la altura de la intersección con la calle General Pedro Briceño, miembros de la Policía Nacional bloquearon el paso de los manifestantes con vallas metálicas. En ese momento la protesta empezó a registrar focos de violencia ajenos a los organizadores y en medio del caos dos miembros de la policía infiltrados de civiles derribaron brutalmente a un adolescente que portaba su uniforme de colegio y con la ayuda de otros uniformados arrastraron al estudiante por la calle del Banco Central, el hecho quedó registrado por las cámaras de varios medios del país.
Ante la situación, Miguel P. como veedor de derechos se acercó a grabar la detención y pedir al adolescente que grite su nombre. Fue entonces que uno de los policías lo sujetó del brazo y lo arrastró detrás del cerco policial donde lo inmovilizaron y golpearon. Simultáneamente, otro miembro de Inredh, Jafet G., que presenciaba la detención violenta de su compañero, se acercó para identificarse como defensor de derechos, pues quería asistir a Miguel.
Los policías, ignorando que ambos portaban cascos e identificaciones, y pese a que Miguel y Jafet les comunicaban que eran miembros de Inredh, los aprehendieron y llevaron en una patrulla al Distrito de Policía Manuela Sáenz, lugar donde fueron víctimas de tratos crueles, inhumanos y degradantes. Y solo después de retenerlos durante 7 horas, decidieron dejarlos en libertad a la madrugada del día siguiente, sin haberlos llevado en ningún momento ante una autoridad judicial.
Comunicación Inredh
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