La Comunidad Amazónica de Acción Social Cordillera del Cóndor Mirador CASCOMI, denuncia un nuevo
intento de desalojo de la Casa Comunal “Ayllullacta Wasi”, su último espacio de reunión y organización,
luego de que la comunidad San Marcos fue destruida y su población desalojada en 2014 y 2016 para
construir el proyecto minero Mirador, en la parroquia de Tundayme, cantón Pangui, provincia de Zamora.
El 13 de mayo de 2024 el Ministerio de Educación de Yacuambi – Zamora, envió un oficio a CASCOMI,
donde se solicita “por TERCERA Y ÚLTIMA VEZ, se desocupe el bien inmueble de forma inmediata”, a pesar
de que CASCOMI cuenta con un acta de entrega oficial de este espacio. La casa comunal es un lugar
esencial para la vida de la comunidad, alrededor de 30 niñas y niños participan en talleres permanentes de
pintura, artesanía, danza, lengua materna y derechos, en un ejercicio de educación tradicional, para el
fortalecimiento de su identidad, sus saberes, su organización y el resguardo de su memoria.
Esta casa comunal fue anteriormente un colegio a distancia que funcionó en el período 2011-2012, pero fue
abandonada por el Ministerio de Educación sin motivos, por lo que las comuneras y comuneros de CASCOMI
realizaron los trámites formales y las mingas necesarias para rehabilitar el espacio. Cuando obtuvieron el
acta de entrega en 2017 dotaron a la casa de servicios básicos, 2 espacios cubiertos y gestionaron la
implementación de una biblioteca comunitaria, con alrededor de 1.100 libros, abiertos para todo público.
La casa comunal, bautizada “Ayllullacta Wasi”, se ha convertido en lo que alguna vez fue el barrio San
Marcos, que fue desaparecido por el Estado Ecuatoriano para liberar el espacio necesario para la
construcción de la piscina de desechos tóxicos “Quimi” del proyecto minero Mirador, a cargo de la
transnacional china Tongling/CRCC-ECSA. Como si no fuera suficiente, hoy la empresa, a través de los
funcionarios del Ministerio de Educación, pretende arrebatar el último vínculo que mantiene la comunidad
con su territorio ancestral.
Cuando el Estado decidió imponer el proyecto minero, de forma inconsulta, prometió que las comunidades
despojadas serían compensadas con obras como una Escuela del Milenio en base al pago de las regalías
mineras por parte de Tongling/CRCC-ECSA. Sin embargo, en lugar de construir una escuela, el Ministerio
de Educación trata de arrebatar a CASCOMI su casa comunal, que tiene un valor inmensurable por su
importancia en términos culturales y de identidad, así como de espacio de vida y educación. No se trata sólo
de una infraestructura, se trata de una casa en donde la comunidad rescata su memoria histórica y produce
nuevas formas de con-vivir con la mina.
El Estado ecuatoriano está en deuda con las familias indígenas y campesinas de Tundayme. Hasta la
actualidad ningún gobierno de turno ni la empresa minera han respondido sobre los graves hechos de lesa
humanidad cometidos en este territorio, como la desaparición de una comunidad entera, quema de cultivos
y casas, desposesiones violentas de tierras y el asesinato de José Tendetza en 2014, líder shuar que resistió
dignamente a la invasión de esta empresa minera.
Por eso, desde todos los territorios que hacemos parte del Frente Nacional Antiminero, nos solidarizamos
con las y los compañeros de Tundayme y hacemos un llamado al país, para denunciar la persecución
sistemática a los pueblos violentados y despojados por el Estado y los capitales mineros. La Casa comunal
es un espacio para fortalecer la identidad cultural y la organización de los pueblos, es deber constitucional
del Estado garantizar su respeto, fortalecimiento y promoción. ¡La Casa comunal de Tundayme, SE
RESPETA!!
TUTTUNDAYME VIVE, TUNDAYME TIENE MEMORIA