La Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), repudia profundamente la privación arbitraria de la nacionalidad de la defensora de derechos humanos Vilma Núñez de Escorcia, fundadora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), organización miembro de la FIDH en Nicaragua. La FIDH llama a la comunidad internacional a reaccionar de manera rápida y contundente frente a esta nueva ola de represión del régimen Ortega-Murillo, la cual constituye un claro ataque contra la sociedad civil y los y las defensoras de derechos humanos del país.
El pasado miércoles 15 de febrero de 2023 el Tribunal de Apelaciones del Complejo Judicial Central de Managua acusó y condenó, sin juicio previo a Vilma Núñez de Escorcia, junto a 93 personas más, por “traición a la patria”. Esa misma decisión revocó sus nacionalidades nicaragüenses de forma permanente, les inhabilitó el ejercicio de cargos públicos y se ordenó el decomiso de sus bienes a favor del Estado de Nicaragua. Dentro de las 94 personas, se encuentran reconocidas personas de la sociedad civil y artística de Nicaragua, quienes desde 2018 han alzado la voz por los derechos humanos y la democracia en Nicaragua.
La casi totalidad de ellos, están fuera de Nicaragua habiendo tomado la dolorosa decisión de salir del país para salvaguardar su integridad. Vilma Núñez de Escorcia, presidenta y fundadora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos – CENIDH desde 1990 hasta la fecha, permanece en Nicaragua reivindicando su derecho a defender las víctimas de violaciones de derechos humanos y a exigir una transición democrática.
🔴Únete a Jimena Reyes, Directora de la Oficina de las Américas de la #FIDH, a denunciar la decisión del Estado de #Nicaragua de revocar arbitrariamente la nacionalidad de 315 personas.
¡Solidaridad con @NunezEscorcia!
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— FIDH (@fidh_es) February 21, 2023
Frente a esta nueva situación, la FIDH pide que se garantice su integridad y seguridad. Defensora de derechos humanos desde hace más de 60 años, cuando se confrontó a la dictadura de Somoza, sobrevivió a la Masacre Estudiantil del 1959. Encarcelada, torturada y procesada por un Tribunal Militar en esa eṕoca, luego llegó a ser una de las primeras mujeres magistradas en las Altas Cortes de Nicaragua y durante 10 años Vicepresidenta de la FIDH.
La FIDH resalta que la nacionalidad constituye un derecho inderogable y su privación arbitraria en este caso es una grave violación del derecho internacional de los derechos humanos. La actuación por el Tribunal de Apelaciones continúa un claro y grave camino de criminalización y hostigamiento de la sociedad civil en Nicaragua por parte del régimen Ortega-Murillo.
La FIDH solicita a la comunidad internacional a denunciar esta situación, así como a continuar el monitoreo cercano de la situación en Nicaragua, en particular en relación a Vilma Núñez de Escorcia y las otras personas que siguen en Nicaragua, asegurando que se respete su libertad y su integridad física y psicológica; así como a renovar y endurecer la Resolución sobre Nicaragua en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.