El sábado 27 de enero del 2024, se desarrolló el plantón de solidaridad por Esmeraldas en las calles Guayaquil y Venezuela, en el centro de la ciudad de Quito. El objetivo del mismo corresponde a una campaña masiva de donaciones que buscan ayudar a la población esmeraldeña que está sufriendo una escalada de violencia. Un mes después de los atentados que dejaron varias personas heridas, ocho vehículos calcinados y un sentimiento de terror generalizado.
Las organizaciones convocantes receptaron donaciones de kits de limpieza, medicinas, mantas y sacos para dormir. Linternas, y herramientas como palas, rastrillos, carretillas y equipo de bombeo.
El plantón contó con expresiones artísticas y culturales, como Caye Cayejera, Black Mama, marimba, teatro callejero y un ritual de sanación que mostraron la profundidad de la cultura esmeraldeña que históricamente ha sido marginada.
Entre las intervenciones, se leyó el manifiesto que denuncia el abandono estatal frente la ola de violencia y el crimen organizado que se ha tomado la ciudad de Esmeraldas. Quito es una ciudad refugio desde donde se organizan colectivos y organizaciones para denunciar que el Estado practica políticas de olvido y despojo al pueblo esmeraldeño, que ha normalizado la no dignidad, la precarización, el desplazamiento forzado y el vivir con miedo.
Para Alexandra Ortega, catedrática de la Amawtay Wasi y miembro de La Coordinadora Nacional de Mujeres Negras (CONAMUNE). “El Estado es estructuralmente racista y discriminatorio frente a una Esmeraldas que es provincia de riquezas, proveedora de cultura de cimarrones, cimarronas, palenqueros y palenqueras que se están quedando en medio de las balas injustamente porque la estructura de Estado es racista y discriminatorio. Antes era Guayaquil el panteón de la violencia, de la delincuencia; ahora se trasladó a Esmeraldas. Cuando Esmeraldas siempre fue un paraíso de paz un rincón turístico donde la gente se iba a refugiar en paz”.
Alexandra mencionó que este plantón es fundamental para concientizar a los blancos, a los mestizos a los no afros, a los compañeros indígenas sobre la cultura, y para mirar que es lo que ha perdido Esmeraldas, y lo sigue perdiendo, tal es el caso del próximo feriado por carnaval, feriado que es fundamental para reactivar la economía, pero por la declaración de Conflicto Armado No Internacional (CANI) y del Estado de Excepción limita la reactivación turística.
Finalmente, Alexandra advierte que la declaración de (CANI) ha recrudecido la violencia, no solo la violencia de los grupos delincuenciales, sino abiertamente militares están golpeando a negros, negras, niños siendo violentados, deshumanizados y revictimizados por el Estado. La solución está en una intervención integral, no de momentos, no de paliativos, Esmeraldas necesita una revitalización y reestructuración integral del país del que forman parte.